La cosecha de miel en la campaña 2010/2011 no superará las 10.500 toneladas hasta junio, cifra que supone una reducción del 65% respecto a la producción media nacional, cifrada en 30.000 toneladas.
En el caso del polen, la reducción estará cercana al 50% en Extremadura y Castilla y León, principales regiones productoras, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
El largo período de lluvias (noviembre 2010 – marzo de 2011), con intervalos de temperaturas mínimas muy bajas en numerosas regiones españolas, unido a una primavera irregular, especialmente calurosa en abril y mayo (dos grados por encima de la media en amplias zonas de España según Aemet), han sido los principales causantes de esta situación. Salvo la miel de romero, de la que se ha obtenido una buena cosecha, la cosecha de mieles de azahar y mil flores ha sido muy deficiente en toda España y, en consecuencia, han sido las producciones melíferas más afectadas por la cada vez más extrema variabilidad meteorológica.
Pese a que el “síndrome de despoblamiento” sigue afectando a las explotaciones apícolas en España, con una media de mortandad del 25-30% anual, en la campaña actual estas pérdidas se han minorado por una menor presencia del parásito Varroa Destructor en las colonias de abejas melíferas gracias al control sanitario que ejercen los apicultores profesionales con el uso de los tratamientos veterinarios autorizados. La aplicación de los mismos es obligatoria para poder percibir las ayudas contempladas en el Programa Nacional Apícola 2011/2013, cofinanciado por Bruselas (50%), el MARM (25%) y las Comunidades Autónomas (25%).