La multinacional Unilever ha cerrado el ejercicio de 2009 con un beneficio neto de 3.659 millones de euros, es decir, un 31% menos que en 2008. En cuanto a la facturación, el descenso es menor (1,7%) hasta los 39.823 millones de euros.
El fabricante de marcas como Ben&Jerry, Knorr o Dave también ha dado a conocer sus resultados en el último trimestre del año, con caídas del 24% en el beneficio neto, hasta los 906 millones de euros, y del 4,8% en la facturación, hasta los 9.659 millones de euros.
En cuanto al volumen de ventas, el grupo Unilever ha crecido un 2,3% en 2009, porcentaje que se eleva hasta el 5% en el último trimestre y que contrasta con las malas cifras registradas en los tres primeros meses del ejercicio, donde las ventas cayeron un 2%.
Paul Polman, consejero delegado de Unilever, ha asegurado que “pese a las difíciles condiciones del mercado nuestras marcas son cada vez más fuertes”. Además, el grupo “avanza rápidamente hacia un mayor rendimiento, capaz de servir a más de 2.000 millones de consumidores al día con sus productos”.
De cara a 2010, Polman pronosticó un entorno «duro» debido a la reducción de los paquetes públicos de estímulo económico y el aumento de los impuestos, lo que afectará negativamente al gasto de los consumidores al mismo tiempo que el desempleo continuará en niveles elevados.