La campaña de manzana de sidra dio inicio oficialmente es pasado lunes y a partir de esta fecha, los productores de manzana podrán entregar su cosecha en los tolares (lagares) de las sidrerías. Este año, la cosecha es bastante escasa con unas previsiones de unos 3 millones de kilogramos frente a los 10 de la precedente que, dicho sea de paso, fue algo excepcional y con una calidad sanitaria bastante afectada tanto por la sequía como por el ataque del gusano de la manzana.
No obstante, pese a una disminución de la manzana autóctona, el precio que los elaboradores de sidra pagarán a los baserritarras, un año más y ya van 4, sigue congelado en 240 euros/tonelada mientras que los consumidores pueden comprobar fácilmente que el coste de una cena en la sidrería sube todos los años.
La organización agraria ENBA ha mostrado “su malestar ante la tónica de los últimos años de precios congelados por parte de unos elaboradores cuya renta viene principalmente de su apartado hostelero, donde ni congelan ni bajan los precios”.