La alimentación fuera del hogar está viéndose afectada por la contracción del consumo, el descenso del turismo y la reducción de la renta neta. Una situación que está haciendo perder terreno al consumo extra-doméstico en favor de la alimentación en el hogar. Así, según los datos de Euromonitor presentados por F. Javier Campo, si el 2007 el 32,7% del gasto en alimentación en España se realizaba en hostelería y restauración, en el período comprendido entre abril de 2009 y marzo de 2009 ese porcentaje se ha reducido al 30,8% (frente al 69,2% de consumo doméstico).
Se trata de una evolución similar a la experimentada por el resto de la Unión Europea, así como por los Estados Unidos. No obstante, según apunta F. Javier Campo, presidente del grupo Zena, existen países como China (5,1%), Arabia Saudí (5,1%), Colombia (6,8%) o Bolivia (6,9%) que están viendo crecer su alimentación fuera del hogar; lo que el presidente de Zena interpreta como una oportunidad de internacionalización para los operadores de restauración rápida.
Aún así, la consultora Euromonitor pronostica que las ventas de foodservice a nivel mundial se contraigan un -1,3% a lo largo de este año; una tendencia general de la que sólo se salva la comida rápida, que crecerá, según sus previsiones, un 0,9%. Los más afectados por la compleja coyuntura económica serán los bares y cafeterías, que verán reducirse su facturación en un 3,1% a lo largo de 2009 para experimentar después una lenta recuperación.
En un contexto como éste, F. Javier Campo augura tres posibles escenarios: que el sector extradoméstico entre en una posible guerra de precios como la de la industria y la distribución alimentaria, que el sector se focalice en ganar eficiencia en su gestión y en reconvertir o cerrar los metros cuadrados menos eficaces o bien que se concentre en innovar para recuperar la cuota de mercado que le está “robando” la alimentación en el hogar, capitaneada por una gran distribución que “hace sus deberes”.
La actual coyuntura económica obliga a que las empresas del sector de la restauración redefinan sus procesos, mejoren en su gestión y ganen en competitividad. La crisis es una oportunidad para iniciar procesos de fusión, y hay que tener en cuenta que “sólo saldremos de ella gracias al esfuerzo de los empresarios”, explica el economista Juan Iranzo. En este sentido ha asegurado que “sólo incentivando la demanda no vamos a salir de la crisis”.