El sector logístico de Madrid ha cerrado 2016 con una ligera subida en la contratación al alcanzar los 404.000 metros cuadrados, un 7% más que en 2015, concentrándose especialmente en el cuarto trimestre del año, con 186.000 metros cuadrados, un 19% más que en el mismo periodo del año anterior.
La mayor parte de la actividad madrileña se ha registrado en el área de la carretera de Barcelona (A-2), con un total de 215.000 metros cuadrados y 24 operaciones, de un total de 42 que se han cerrado en la zona centro a lo largo de 2016. Entre las operaciones llevadas a cabo en el eje de la A-2, cabe destacar la ampliación de 57.000 metros cuadrados por parte de Amazon en San Fernando de Henares o el alquiler de una nave de 48.500 metros cuadrados en Cabanillas del Campo por Luis Simoes, según datos de CBRE.
El eje de la carretera de Toledo (A-4) se ha definido como la segunda zona con mayor nivel de contratación logística, con un total de 167.000 metros cuadrados repartidos en 15 operaciones. Entre ellas destacan varias de gran envergadura como la ocupación por parte de DHL de una nave de 30.440 metros cuadrados en Seseña, otra de 28.500 metros cuadrados ocupada por el Grupo Carreras en el mismo municipio o la nave de 30.000 metros cuadrados alquilada por Id Logistics en Pinto.
“La reactivación del consumo unida a la evolución del e-commerce están revolucionando el sector logístico, de hecho, éste será el sector que experimente un mayor cambio en los próximos años debido a la incidencia de las nuevas tecnologías. En este contexto, existe una necesidad creciente de Plataformas de Distribución Urbana que permitan una mayor rapidez en las entregas, así como una menor incidencia de camiones en las grandes ciudades, ahorrando en términos energéticos y de contaminación. En los próximos años veremos aumentar la oferta de este tipo de naves, especialmente en grandes ciudades como Madrid o Barcelona”, asegura Alberto Larrazábal, director de Logística e Industrial de CBRE España.
Las rentas prime en el área de distribución local aumentaron hasta los 5,25 euros por metro cuadrado al mes, una subida muy discreta respecto a 2015 (5 euros) debido a la escasez de oferta de naves de calidad localizadas en las zonas más próximas a la ciudad.