PepsiCo ha registrado en el tercer trimestre del año unas ventas de 18.091 millones de dólares, lo que supone un incremento del 5,2% que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Asimismo, ha logrado un beneficio neto atribuido de 2.291 millones de dólares, un 9% más.
Por líneas de negocio, el segmento de refrescos en Norteamérica facturó 5.958 millones de dólares, un 5,6% más, mientras que la división de aperitivos en la misma región elevó las ventas un 7,1% hasta los 4.399 millones de dólares, y la de cereales creció un 5,6% hasta los 608 millones de dólares.
En cuanto a la facturación en Europa aumentó un 3,1% hasta los 3.323 millones de dólares, mientras que en Latinoamérica se redujo un 13,1% hasta los 1.654 millones de dólares y en África, Oriente Próximo y Sur de Asia, se disparó un 30,8% hasta 1.252 millones de dólares (1.064 millones de euros). Por su parte, en China, el resto de Asia, Australia y Nueva Zelanda las ventas alcanzaron los 897 millones de dólares, un 14,8% más que en el mismo trimestre del 2019.
En el conjunto de los primeros nueve meses fiscales de PepsiCo, el beneficio neto atribuido se redujo un 4,9% hasta los 5.275 millones de dólares, mientras que las ventas ascendieron un 3%, situándose en 47.917 millones de dólares.
Tal y como ha señalado el presidente y consejero delegado de la empresa, Ramón Laguarta, «pese a la actual volatilidad y complejidad de nuestro entorno operativo, creo que el rendimiento del tercer trimestre refuerza la diversificación de nuestra cartera, la resiliencia y agilidad de nuestros equipos en todos los continentes y demuestra nuestra capacidad de apoyar a nuestros clientes y comunidades durante sus tiempos de necesidad al mismo tiempo que logramos buenos resultados para nuestros accionistas”.