Movilidad sostenible y cadenas de suministro circulares impulsadas por el consumidor y la demanda de los clientes por proveedores ecológicos e inversión en digitalización como forma de crear operaciones unificadas, con gran transparencia y capacidad de respuesta son dos de las tendencias principales que marcarán el futuro del sector de la logística.
Además, según el informe de Kaizen Institute existen otras tendencias como las operaciones ágiles con capacidad de ajustar la capacidad y el alcance, mientras se mantienen elevados niveles de productividad y bajos costes.
Carlos Lloret, manager en Kaizen Institute, asegura que “teniendo claro estos tres enfoques de mejora en el análisis de toda la cadena de valor, cualquier empresa logística será capaz de generar e implementar con éxito un programa de transformación que le genere una ventaja competitiva frente al resto y además les prepare y adapte para seguir transformándose”.
El directivo explica que la «pandemia ha sido el último obstáculo que ha puesto a la logística en jaque y solo sobrevivirán aquellas empresas capaces de optimizar sus procesos y adaptarlos a la nueva normalidad y a las tendencias que actualmente marcan el camino del sector: flexibilidad, sostenibilidad y digitalización”.
Según Kaizen Institute, el abordaje de una estrategia caracterizada por flexibilidad, sostenibilidad y digitalización debe realizarse teniendo en cuenta tres perspectivas.
En primer lugar, es fundamental analizar el modelo de logística actual, tanto la red de almacenes como de transporte. Asegurando que las estrategias de stock y reaprovisionamiento, localizaciones y automatización de almacenes, rutas y tipo de distribución son las adecuadas para la tipología de clientes y productos que se sirven.
A continuación, es imprescindible trabajar en la optimización de los almacenes. Para ello debe analizarse frecuentemente todo lo que ocurre en el proceso global de almacenaje, desde que la mercancía llega a las instalaciones logísticas hasta que sale de ellas. De este modo, podrán revisarse los Layouts, la gestión de los SKUs, la operativa de carga y descarga, la gestión de los pedidos y clientes o la planificación de los recursos, de una manera eficaz para la realidad actual. Lloret insiste en que “dentro de estos ámbitos se hace cada vez más imprescindible el ser capaz de estandarizar los procesos para generar la polivalencia necesaria para dar servicio a los distintos clientes, con sus variaciones de demanda y de servicio. Es decir, ser capaces de tener unos almacenes optimizados y flexibles. Preparados para mejorar continuamente”.
El siguiente paso es la optimización del transporte. Consiste en analizar todo el proceso actual de transporte y las principales oportunidades de optimización de la capacidad del mismo, a través de la gestión de rutas, de la carga y descarga o del cubicaje, así como la reducción de combustible o mejora del mantenimiento.
Principales desafíos
Los expertos de la consultora han identificado cuatro desafíos principales a los que la logística se enfrenta actualmente. En primer lugar, destaca el aumento del coste de la mano de obra. Las políticas sociales aplicadas han provocado un aumento de dichos costes superior a un 5% en el 2020 y la previsión para los próximos tres años es que ascienda en torno a otro 16%, convirtiéndose en uno de los costes con más peso para el sector.
El paradigma del servicio al cliente pasa de la velocidad a la transparencia, donde es tan importante para el cliente el entregar la mercancía en el momento y cantidad acordada, como ser capaz de mostrarle el estado en el que se encuentra en cada momento.
Las operaciones logísticas son cada vez más complejas debido fundamentalmente a la personalización del servicio. Los expertos de Kaizen Institute señalan que “simplificar las operaciones manteniendo al mismo tiempo el valor añadido que supone ofrecer un servicio adaptado al cliente, es uno de los retos más complicados a los que se enfrenta el sector”.
La velocidad a la que evoluciona el mercado reduce la duración de las ventajas competitivas de las empresas. Según Lloret, “el desarrollo tecnológico es la principal causa de que el mercado cambie tan rápido. Una empresa implementa en sus instalaciones la tecnología más avanzada y al día siguiente ya ha salido al mercado algo nuevo y que han implantado sus competidores. Del mismo modo, la tecnología provoca cambios en la demanda de los clientes, que conscientes de los últimos avances, solicitan las últimas novedades en mantenimiento y seguridad”.