Más de la mitad de los españoles modificarán sus hábitos sociales y de ocio cuando termine el confinamiento, según el Barómetro sobre Hábitos de Consumo y Ocio después del Covid-19, realizado por la empresa de consultoría Brandelicious, que muestra una serie de variables cualitativas y cuantitativas sobre los cambios en los hábitos sociales y de ocio de los españoles, como consecuencia del coronavirus.
En concreto, el trabajo recoge que el miedo a contraer la enfermedad hace que los españoles se planteen un cambio de hábitos respecto a la frecuencia con que visitarán los establecimientos de hostelería. Así, según este barómetro, el 46,7% de los entrevistados manifiesta que después del confinamiento acudirá con menor frecuencia a bares/restaurantes de lo que lo hacía antes del Covid-19 y un 8,5% directamente no los visitará. Estos porcentajes aumentan entre las mujeres y entre los mayores de 55 años.
Por otro lado, la juventud española es cada vez más “tecnológica” y sale menos de fiesta. La crisis del coronavirus aumentará esta tendencia, disminuyendo la frecuencia de visita a las discotecas. Los datos obtenidos con este barómetro anticipan que, cuando termine el confinamiento, tres de cada 10 jóvenes con edades entre 18 y 35 años no irán a discotecas y casi cuatro de cada 10 afirman que disminuirá su frecuencia. Por sexo, las mujeres disminuirán más su frecuencia de visita a estos locales que los hombres. Sólo en torno al 2% de los españoles manifiesta que realizará estas actividades con mayor frecuencia de la que la realizaba antes del Covid-19.
Desde el año 2013, cuando la asistencia a salas de cine cayó hasta los 76,9 millones de espectadores, el cine ha experimentado un crecimiento sostenido año tras año y ha recuperado en los últimos seis años cerca de 30 millones de espectadores. Los datos que arroja este reciente barómetro afirman que el 25,9% de los españoles manifiesta que después del confinamiento no irá al cine y un 43,6% irá con una frecuencia menor que antes de la pandemia del Coronavirus. El porcentaje de los que no irá disminuye considerablemente entre los más jóvenes, pero se sitúa en un 45,1% entre los mayores de 55 años.