Los supermercados Caprabo de Ampans, gestionados por personas con discapacidad, se consolidan como un modelo de integración social y de referencia para el desarrollo profesional y personal de personas con distintas capacidades. Durante este ejercicio, sus tiendas están registrando un incremente de ventas del 10%, en un difícil año de situación de pandemia por el Covid-19 que está suponiendo un gran reto para la iniciativa
Tal y como ha señalado Toni Espinal, director general de Ampans, “los supermercados de Ampans han significado un gran reto para la fundación, no sólo por emprender en un sector desconocido para nosotros, sino porque en tan sólo dos años de diferencia, abrimos dos tiendas. Siendo una de las actividades laborales más recientes de la entidad y con una plantilla con poco tiempo de rodaje, nos hemos adaptado rápidamente a la pandemia y nos hemos ganado la fidelidad y confianza de nuestros clientes. El trabajo que han realizado debido a la situación del Covid-19 ha sido excepcional”.
Por su parte, Josep Barceló, director de Desarrollo Corporativo de Caprabo, afirma que “Caprabo es una marca de referencia en supermercados con una trayectoria de más de 60 años. La puesta en marcha del negocio con Ampans constituye en nuestro conjunto una iniciativa muy singular, positiva y con un enorme valor social y ha marcado un hito en la historia de la compañía. En un momento como el actual, el cliente claramente ha apostado por la cercanía, seguridad y confianza de los supermercados Caprabo de AMPANS para su compra diaria. En los meses de confinamiento, el crecimiento en venta en estas tiendas ha alcanzado el 20%”.
Dos supermercados en dos años
En noviembre, se cumple el tercer aniversario de la apertura del primer supermercado de Cataluña gestionado por personas con distintas capacidades, un proyecto pionero que se repitió el año pasado con la apertura de una segunda tienda. Ambos supermercados, que se encuentran en la localidad de Manresa (Barcelona), suman 27 puestos de trabajo.
La situación de pandemia por el Covid-19 ha puesto en el centro de la actividad social a servicios esenciales como los supermercados. Las tiendas Caprabo de Ampans han incorporado cuatro personas a sus plantillas, mientras que han ampliado servicios a clientes como entregas a domicilio, para poder dar respuesta al incremento de la demanda y las limitaciones de movimiento.
También han llevado a cabo un proceso de adaptación que ha obligado a equipar y formar a los trabajadores sobre el uso y la aplicación de las medidas de seguridad, así como a trabajar en unas condiciones excepcionales. “La gestión de las emociones, sobre todo durante la primera ola, la aplicación de protocolos muy precisos e imprescindibles y la incorporación de nuevos hábitos, se sumaron a la de ayudar y escuchar a los clientes ante la situación global de la pandemia”, explica Toni Espinal.