Incluso durante el Black Friday, en España se sigue prefiriendo comprar de forma física. De hecho, solo el 30% de las compras en el Viernes Negro del año pasado se hicieron por Internet, lo que ha llevado a expertos en soluciones de mercado a recordar a las marcas españolas la gran oportunidad de negocio que ofrecen los pop up store durante un terremoto comercial como el Black Friday.
Tal y como explican los creadores de la plataforma inteligente Book a Corner, los pop up stores son tiendas situadas en lugares estratégicos que se alquilan de forma temporal. Permiten un acercamiento de los productos y servicios muy inmediato en una época del año (entre el Black Friday y la Navidad, que representa el 30% de las ventas totales anuales) en la que el consumidor se encuentra muy dispuesto a la compra. En ocasiones precedentes se ha demostrado que esta estrategia deja un retorno por inversión muy elevado.
Estos expertos aseguran que las pop up store, a nivel general, son una tendencia que pisa muy fuerte. “Su éxito se basa en la temporalidad y la urgencia del cliente al tratarse de espacios efímeros” asegura Gastón Ortiz, managing director de Book a Corner, “son recomendables tanto para grandes como pequeñas empresas que pretenden potenciar su marca y captar la atención del cliente con una propuesta atractiva”.
Los principales beneficios de las pop up stores se basan en su cualidad efímera, la captación del interés en los clientes, el aumento del engagement, la muestra de una experiencia distinta a lo habitual o su eficacia para fechas señaladas.