El 67% de los consumidores españoles otorga una importancia fundamental a la alimentación como factor determinante para su salud y por ello han mejorado los hábitos alimentarios. De hecho, en España han aumentado la frecuencia de consumo tanto en verduras (un 11%) como en frutas (un 12%) y legumbres (un 2%) respecto al año pasado, según la Encuesta Sobre Hábitos de Consumo 2019 de la Mesa de Participación Asociaciones de Consumidores (MPAC).
En esta misma línea, se consolida igualmente la preferencia de los consumidores encuestados por los productos frescos y mientras la carne fresca mantiene su porcentaje de elección (96%), el pescado fresco crece 1 punto (73%). Asimismo, y aunque existe un 20% de la población que no sabe si sus hábitos son saludables o no, el interés por la información nutricional sobre grasas (68%), sal (25%) y azúcares (65%) se consolida, siendo la preocupación por estos últimos la que más puntos ha crecido en 2019, siete en total.
Además, el 22% de los encuestados asegura elegir productos libres de alérgenos por considerarlos más sanos y por qué los necesita por su dieta, dato llamativo dado que de este porcentaje solamente la mitad (11%) padece alergias, mientras que el resto los consumen al considerar directamente que son más sanos. No obstante este porcentaje ha bajado dos puntos en relación a otros años.
No obstante, la preocupación por la salud ofrece resultados contradictorios en relación con la fecha de caducidad de los alimentos. De hecho, solamente un 39% de los encuestados asegura respetarla por miedo a los efectos sobre su salud, mientras que un 58% afirma consumir productos una vez pasada dicha fecha, bien por considerar que “por unos días no pasa nada” (40%), bien por creer que “lo importante es el aspecto del producto en sí, su textura, olor y sabor” (18%).
La importancia concedida a la salud tampoco se traslada al consumo de productos ecológicos y/o bio debido, fundamentalmente, a la barrera del precio. Así, en 2019 se aprecia un aumento del porcentaje de consumidores que considera estos productos demasiado caros: un 41% -frente al 37% del año anterior- cree que no compensa hoy por hoy la relación entre los posibles beneficios de este tipo de productos y su precio.
Calidad, preferencias personales y precio
De acuerdo con los datos de la Encuesta de la MPAC, los consumidores españoles afirman decantarse masivamente por los productos de calidad (45%). En 2019 se observa una diferencia mucho más amplia que en años anteriores respecto de los factores precio (21%) y preferencias personales (28%). Y en este contexto, la marca del producto apenas es apreciada como factor decisivo de compra (1%).
Por otro lado, los supermercados mantienen al alza su predominio como lugar preferido para hacer la compra. La mayoría de los consumidores opta por ellos, un 66% frente al 62% de 2018. Crece también el interés por los hipermercados y, por el contrario, se reducen ligeramente los porcentajes para el pequeño comercio y tiendas especializadas y los mercados municipales.
Este año, la Encuesta de la MPAC ha abordado de manera concreta el tema de la Responsabilidad Social Empresarial y Ética de las empresas. Los resultados ponen de manifiesto que el 52% de los encuestados, a la hora de comprar un alimento, valora positivamente este factor. En sentido contrario, el 23% de las personas encuestadas no lo valora.
En esta línea, el trabajo pone de manifiesto que continúa en aumento la preocupación de los consumidores por el desperdicio de alimentos. Un 95% de los encuestados piensa que es un problema importante, si bien es cierto, que, de éstos, un 7% confiesa no hacer nada para evitarlo.
Por último, respecto a la compra por internet, un 60% de los encuestados la valora positivamente. Si bien persiste la doble brecha digital, por un lado entre el ámbito rural y el urbano, y por otro entre jóvenes y mayores, cabe destacar que los que prefieren ver físicamente lo que compran han pasado de un 27% en 2017 a casi un 20% en 2019.