En 2020, el 22% de las empresas de la Unión Europea ya contaban con servicios de venta online, de las cuales el 19% informó de que este tipo de ventas supusieron al menos el 1% de su facturación total; es decir, un aumento de un punto porcentual en comparación con 2019.
Además, este crecimiento constante del comercio electrónico se vio acentuado por la pandemia del coronavirus y las restricciones de movimiento, que llevaron tanto a los clientes como a las empresas a un mayor interés en este tipo de transacciones, según datos de Eurostat.
En este sentido, Dinamarca registró el mayor número de empresas que venden online (al menos el 1% de su volumen total) entre los miembros de la Unión Europea, con un 38%, la misma proporción que el año anterior. Irlanda y Suecia ocuparon el segundo lugar con un 34% cada país, registrando un aumento de uno y tres puntos porcentuales en comparación con 2019. Por otro lado, Bélgica y Finlandia registraron el mayor aumento de empresas que venden online en 2020, ambos con un aumento de cinco puntos porcentuales, alcanzando el 31% y el 24%, respectivamente.
Por el contrario, Rumanía registró el mayor descenso entre los Estados miembros, con un descenso de seis puntos porcentuales hasta el 12%, seguida de República Checa (cinco puntos porcentuales menos, un 25%) y Portugal (cuatro puntos porcentuales menos, un 16%).
Al igual que en años anteriores, lo más habitual este último año ha sido vender a clientes del propio país (22% de las empresas). Las ventas a clientes de otros países de la Unión Europea han representado un 9%, mientras que las ventas al resto del mundo han sido mucho menos frecuentes (5%).
Asimismo, en 2020, el 19% de las empresas de la UE realizaron ventas online utilizando sitios web o aplicaciones. De estas, un 17% de las empresas llevaron a cabo sus ventas a través de sus webs o aplicaciones propias, mientras que el 8% lo hizo mediante un market place.