El valor de las compras de vino en el canal de alimentación español creció en 2019 por segundo año consecutivo, en concreto un 2,5% y alcanzó los 1.071,4 millones de euros, 26,6 millones más que en 2019, según los datos del panel de alimentación publicados recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
Es el mayor valor registrado desde 2009, año que coincidió con los inicios de la crisis económica internacional. En términos de volumen, se registró un ligero descenso del 1,7% hasta los 355 millones de litros, 6,2 millones menos, con un precio medio que subió un 4,3% y fue el más alto de la historia con 3,02 euros/litro, primera vez por encima de la barrera de los tres euros.
Según los datos del panel del Ministerio, los 1.071,4 millones que facturó el vino en el canal de alimentación el pasado año equivaldrían a un 1,5% del total del gasto realizado por los españoles en alimentación y bebidas en este canal, y hasta el 1,7% si le añadimos las bebidas con vino).
Los distintos tipos de vino se comportaron el pasado año de forma muy diferente. Los vinos con DOP/IGP se situaron entre los productos de mayor crecimiento, con aumento del 3,3%; mientras que los vinos sin DOP/IGP figuraron entre los de mayor caída, con pérdida del 7,5% en el año y en este canal. Todo ello, en relación con un consumo doméstico que, en total, ascendió en 2019 a 69.503 millones de euros, con un crecimiento del 1,4% respecto del año anterior; no tanto por aumento de los litros o kilos consumidos, que cayeron un 0,4%, como por el aumento de los precios medios en un 1,8%.
Dentro de este consumo global de alimentos y bebidas en los hogares españoles a través del canal de alimentación, las bebidas aumentaron un 1,2% su valor hasta alcanzar los 5.194 millones de euros, pese a un descenso del volumen vendido del 1,7% hasta los 6.291 millones de litros, por aumento del precio medio del 2,9% hasta situarse en los 83 céntimos de euro por litro.
De este total de bebidas, los vinos suponen el 20,6% del valor, aunque apenas el 5,6% del volumen y han variado el pasado año exactamente igual que el conjunto de bebidas en litros (-1,7%), aunque con crecimiento muy superior a la media en euros (2,5% frente al 1,2% total). Por su parte, las bebidas con vino, que suponen apenas el 2,3% del valor y el 1,2% del volumen del total de bebidas, aumentaron sensiblemente en los hogares españoles el pasado año, un 8% en euros y un 2,7% en litros.
Máximo histórico de los vinos con DOP
En 2019, crecieron las compras de todas las categorías de vino, tanto en términos de valor como de volumen, salvo las de vino sin DOP ni IGP. El valor del vino tranquilo con Denominación de Origen Protegida (DOP) creció por séptimo año consecutivo y marcó su máximo histórico con 608,7 millones de euros (3,4%), 20 millones más que en 2018 y primera vez por encima de los 600 millones. Lideró el valor de las compras en alimentación con el 57% del valor total, creciendo en los últimos cinco años en más de 100 millones de euros (505 millones en 2014). En volumen, registró un incremento del 1,4% hasta los 138,8 millones de litros, el 39% del total y cada vez más cerca de superar al vino tranquilo sin DOP ni IGP, categoría que marcó en exclusiva la caída global al registrar un descenso del 7,9% hasta los 148,6 millones.
El vino sin indicación también fue el único que cayó en valor, un 5,2% hasta bajar ligeramente de los 210 millones de euros, el peor dato desde que tenemos registros, como también ocurre en volumen. Su precio medio subió un 3% hasta los 1,41 euros/litro, el más alto hasta la fecha, pero muy inferior aún al del resto de categorías.
La evolución de las dos principales categorías en los últimos años ha sido radicalmente opuesta: hace 20 años, el consumo de vino tranquilo sin DOP ni IGP se situó en los 481 millones de litros; el destinado a vino tranquilo con DOP, en apenas 81 millones, mientras que el valor del vino sin indicación casi duplicaba al del DOP (416 frente a 227 millones de euros). Los datos muestran, por tanto, una tendencia bien definida: los españoles cada vez apuestan más por los vinos con mayor valor añadido, en detrimento de aquellos más económicos.
Respecto a otras categorías, el consumo de Cava y espumosos con DOP volvió a crecer, tras dos años registrando pérdidas. Sus compras en alimentación alcanzaron los 24 millones de litros (1,3%) y los 129 millones de euros (2,6%), a un precio medio superior al resto de categorías, con 5,35 euros/litro (1,3%), el mayor desde los 5,65 euros de 2009. Parece recuperarse el consumo de este tipo de producto, que sigue lejos aún de las cifras de años atrás.
El vino con Indicación Geográfica Protegida (IGP), también conocido como “Vino de la Tierra”, cobra presencia en los hogares españoles al ser el que más creció tanto en valor (22,8%) como en volumen (14,7%) respecto a 2018, hasta alcanzar los 64,4 millones de euros y los 25,8 millones de litros. Fue, a su vez, el que más subió de precio (7% hasta los 2,50 euros/litro). Buen año también para el vino de licor, cuyas compras aumentaron un 6% en volumen y un 5,4% en valor, hasta los 12,3 millones de litros y los 44,5 millones de euros, a un precio medio estable (de 3,64 a 3,62 euros/litro). El vino de aguja bajó de precio un 2,8% hasta los 2,86 euros/litro, de ahí que creciera el doble en volumen (6%) que en valor (3%), hasta los 5,3 millones de litros y los 15,3 millones de euros.
Por otra parte, el consumo de bebidas con vino, categoría que incluye sangrías, tintos de verano y aromatizados, creció un 2,7% en volumen hasta los 74 millones de litros, pese a subir de precio un 5,2% hasta los 1,64 euros/litro, lo que elevó su valor un 8% hasta los 121 millones de euros. Si sumamos los datos de bebidas con vino a los del conjunto de vinos, comprobamos que 2019 registró un récord histórico en valor con 1.192,5 millones de euros (3,1%), superando el máximo histórico hasta ahora, que databa de 2009, con 1.134 millones. El volumen total sigue siendo el más bajo se la serie histórica con 428,9 millones de litros (-1%), pese a la subida de bebidas con vino.
Por color, los tintos siguen siendo los vinos más adquiridos, si bien los blancos cobran bastante relevancia, tanto en DOP como en vinos sin indicación. En rosados, mejor evolución en DOP que en vinos sin indicación.