El Consejo Regulador de la IGP Alcachofa de Tudela espera llegar a las buenas cifras de la campaña 2019-2020, en la que se comercializaron más de 1,4 millones de kilogramos de alcachofa certificada en fresco y 1,1 millones de kilogramos de alcachofa certificada en conserva, aunque recuerdan que, como siempre, los horticultores de la Indicación Geográfica dependerán de la climatología de esta primavera.
Una parte de la producción de la Alcachofa de Tudela se cosecha en otoño, pero la campaña de primavera es mucho más importante para los horticultores. En concreto, el Consejo Regulador espera llegar en esta campaña a las cifras de la campaña anterior en la que 86 agricultores inscritos con 677 parcelas entregaron la cantidad de 3,3 millones de kilogramos de alcachofa.
La superficie inscrita esta campaña es inferior, puesto que se han inscrito 546 parcelas, que suponen 699,45 has. La falta de mano de obra para realizar las labores del campo es uno de los motivos que señalan los agricultores adscritos a la IGP para reducir su superficie de cultivo. Otra de las razones de este descenso viene por los problemas que están sufriendo en primavera las plantaciones con el pulgón negro, que es el causante del cierre de campaña. Esta plaga suele aparecer con mucha fuerza en el mes de mayo y hace que las alcachofas no sean aptas para la comercialización
Pese al descenso de la superficie cultivada, en la última campaña aumentó la producción obtenida por hectárea y también está aumentando la cantidad del producto que se certifica en conserva. Esto se debe a que los consumidores demandan cada vez más el producto fresco diferenciado con la banda de la IGP Alcachofa de Tudela y que, poco a poco, se está consiguiendo que conozcan la alcachofa de Tudela en conserva, sin añadir acidulantes, que mantiene su sabor natural.
La campaña de primavera pasada, sobre todo con respecto a las ventas de fresco, se vio afectada por el cierre de la hostelería por lo que para esta campaña se espera mejorar las cantidades certificadas.