El grupo de distribución Carrefour registró a nivel global unas ventas de 19.445 millones, lo que supone un incremento del 3,3% respecto al mismo periodo del año anterior, según ha informado en un comunicado en el que señala que sin el efecto divisa, el crecimiento fue del 7,5%.
Francia, su principal mercado, registró unos ingresos por valor de 9.292 millones de euros, un 2,9% más, mientras que el resto de países europeos repercutió al grupo una facturación de 5.647 millones de euros, lo que supone un incremento del 5,4%. La cifra de negocio en América Latina descendió un 0,1%, hasta los 3.877 millones de euros, mientras que en Asia se elevó un 15,1%, hasta 628 millones de euros.
En el caso de España, la facturación durante este primer trimestre ascendió a 2.281 millones de euros, lo que equivale a un 5,5% más en comparación con el mismo periodo del año pasado. La empresa ha destacado que excluyendo la variación del precio del petróleo y los efectos de calendario, la variación orgánica ha sido del 6,3%, mientras que el alza en ventas comparables ha llegado a ser del 6,6%.
Las cifras sitúan a España como el mercado de Europa Occidental donde más creció el negocio de Carrefour en el trimestre sin contar las gasolineras.
Respecto a estas cifras, Alexandre Bompard, Presidente y CEO de la compañía, ha afirmado que «la pandemia de Covid-19 ha creado una situación grave y sin precedentes” y ha destacado que “en un trimestre muy atípico, nuestras ventas se vieron impulsadas en enero y febrero por el éxito de las iniciativas estratégicas lanzadas hace dos años, y luego experimentaron una notable aceleración en marzo. De este modo, registraron un crecimiento sostenido durante todo el período y en todas nuestras regiones».
Plan estratégico 2022
Carrefour ha asegurado que la crisis surgida por el Covid-19 no retrasará la implantación de su plan estratégico, que tiene previsto completar en 2022. En líneas generales, el grupo, que considera que las medidas que está adoptando están dando sus frutos, prevé abrir 2.700 tiendas de conveniencia, reducir en 350.000 metros cuadrados su red de hipermercados, impulsar su marca blanca hasta representar un tercio de las ventas y reducir su surtido de productos un 15% para ese año.
El plan incluye, además, una reducción de costes de 2.800 millones al año y desinversiones por 300 millones de euros en activos inmobiliarios no estratégicos.