El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado que España intensificará sus gestiones ante las instituciones europeas para que en las relaciones comerciales con terceros países se apliquen las denominadas cláusulas espejo, de tal forma que se exija a los productos importados las mismas condiciones de producción que rigen dentro de la Unión Europea para las producciones propias, en cuanto a seguridad alimentaria y preservación del medio ambiente.
El ministro ha insistido en que Europa debe avanzar hacia la reciprocidad para que los pasos hacia una transición agroecológica tengan éxito y se mantenga la rentabilidad del sector agroalimentario comunitario. La estrategia europea “De la Granja a la Mesa” fija unos estándares en las condiciones de producción que significan un compromiso en la lucha contra el cambio climático y la preservación del medio ambiente, y, según Planas, “es absolutamente lógico que los productos que se importen deban cumplir las mismas condiciones. Para España es un asunto prioritario.”
Planas ha hecho este anuncio en el marco de una reunión con el sector cítrico, mantenida esta mañana en Valencia, especialmente afectado por la entrada de cítricos que se importan de terceros países, así como por los riesgos de que puedan ser foco de transmisión de plagas que afecten a los cultivos locales.
El Gobierno ya ha realizado una petición por escrito a la Comisión Europea para pedir que los cítricos sean considerados productos “muy sensibles” a efectos de los nuevos acuerdos comerciales que suscriba la Unión Europea o la renovación de los existentes, y que no haya más concesiones. España también ha solicitado que se aplique un tratamiento en frío a productos como las naranjas de terceros países, que pueden portar la polilla del naranjo. En este sentido, el ejecutivo ha considerado como un importante paso adelante que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria haya reconocido que las medidas actuales no son suficientes, dando así la razón a los postulados de España. Sobre este asunto se volverá a incidir el próximo lunes en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea
El ministro ha trasladado al sector la excelente oportunidad que representa que en la nueva Política Agraria Común no se haya fijado un techo financiero para las organizaciones de productores de frutas y hortalizas, lo que puede permitir un gran empuje a las acciones de comercialización.