El consumo de snacks está implantando en España, de tal forma que los españoles toman una media de 3,5 tentempiés a lo largo del día, según el estudio de Aecoc Shopperview “Oportunidades de crecimiento en el momento snacking”, que también revela que dos tercios de los encuestados (un 66,6%) admiten que consumen snacks habitualmente y que estos productos forman parte de su lista de la compra regular.
El placer y la indulgencia son dos de los motivos de consumo más habituales en estos tentempiés entre horas. De hecho, el estudio indica que más de la mitad de los usuarios optan por opciones más calóricas, productos procesados y altos en sal y azúcares, como las chucherías, las patatas chips o las chocolatinas.
Sin embargo, también está creciendo el consumo de snacks saludables, como los hechos a base de verduras y frutas frescas o los envasados de productos del mar, así como las categorías híbridas, como frutos secos, bebidas como batidos o preparados de café, embutidos y barritas muesli.
“El concepto de snack tradicionalmente ha estado ligado a darse un capricho para matar el gusanillo, priorizando el placer, pero estamos viendo cómo, cada vez más, el consumidor planifica esos momentos de consumo entre horas y, así, introduce productos saludables para antes de hacer deporte o para coger energía mientras espera la hora de la comida o la cena, por ejemplo”, explica la responsable del área de estrategia comercial y marketing de Aecoc, Rosario Pedrosa.
Este nuevo perfil de consumidor ha propiciado la aparición de snacks innovadores, como los sin gluten o sin lactosa, los basados en superalimentos, opciones veggie y los hechos a partir de proteína animal, como las tiras de ternera o los aperitivos de pescado.
En cuanto a los momentos de consumo, el estudio revela que la mitad se producen durante la mañana (antes de comer), mientras que casi el 40% se distribuyen por la tarde. Según los datos del informe, el picoteo después de la cena es más residual.
Del mismo modo, dos tercios del consumo de snacks se produce dentro de los hogares, mientras que casi el 15% se realiza en el trabajo y la misma proporción on the go/en trayecto. En cambio, su consumo en locales de restauración es menos significativo.