Cerca del 60% de las empresas del sector de gran consumo prevé que la actual caída en los volúmenes de compra se mantendrá hasta finales de año. De hecho, el 38,9% de los distribuidores opina que cerrará 2023 con una caída de los en los volúmenes de compra de hasta el 5%.
Así, según una encuesta elaborada por AECOC, presentada hoy en el Congreso de Estrategia Comercial y Marketing, un 27,8% de los distribuidores españoles prevé que la demanda se estancará, frente al 33,3% restante que proyecta crecer en volumen.
Para los fabricantes, la visión es un poco más pesimista. El 56% apunta caídas en los volúmenes de venta de hasta el 10%, mientras que un 14% espera resultados similares a los de 2022, frente a un 29,7% que pronostica crecer.
La razón estriba en que “el grupo de fabricantes encuestado representa a diferentes sectores. Los incrementos de precios no son los mismos en todos los sectores porque no todas las materias primas han evolucionado igual, mientras que la distribución es un sector que puede compensar las subidas de los precios de unos productos con las bajadas de otros”, explica Rosario Pedrosa, gerente de Estrategia Comercial y Marketing de AECOC.
Ante este escenario, la distribución prevé crecimientos en valor de hasta el 10%, mientras que, en el caso de los fabricantes, el 78,9% también espera aumentar su facturación en 2023 por este mismo efecto. “El precio es actualmente el factor decisivo en las decisiones de compra y eso está afectando a los volúmenes. La prioridad de fabricantes y distribuidores es recuperar la demanda, por lo que, previsiblemente, veremos más promociones en el segundo semestre del año”, apunta Pedrosa.
La encuesta, elaborada por NIQ, constata que la caída en los volúmenes de compra en lo que llevamos de año es del 2%. Sin embargo, el consumo repuntó en abril, con un crecimiento interanual superior al 4%. Este repunte del consumo coincide con una ralentización destacada en el incremento medio de los precios de los productos de gran consumo en el avance de resultados registrado para el mes de abril, que se situó en el 9,5%. El dato supone un descenso de 4,7 puntos respecto a la subida del 14,2% en los precios del mes de marzo.
En cuanto a la evolución del sector, los datos muestran un crecimiento acumulado del 11,3% en valor en lo que va de año debido a que la situación inflacionaria está afectando a los hábitos de consumo. “Los hogares tratan de contener el gasto y eso se traduce en más cambios de establecimientos en busca de mejores precios, cestas más pequeñas y una mayor frecuencia de compra, lo que está favoreciendo los formatos de tiendas de proximidad”, explica Patricia Daimiel, directora para el sur de Europa de NIQ.
De hecho, los consumidores están apostando por la marca de distribuidor, que crece hasta el 48% en 2023, las promociones y la compra de productos básicos, lo que provoca una reducción del 3% en el surtido, con una caída del 43% de la innovación.