Para el sector minorista de alimentación europeo, 2022 ha sido un año marcado por la inflación y una creciente sensibilidad a los precios del consumidor, lo que condujo a la mayor caída en los márgenes de las empresas en cinco años. Debido a la inflación, el volumen de negocios cayó un 7,1%, según el informe “The State of Grocery Retail 2023”, publicado por McKinsey & Company y EuroCommerce.
El trabajo señala que si bien los márgenes disminuyeron, la necesidad de inversión en tecnología, sustentabilidad y talento siguió creciendo, lo que ha generado nuevos desafíos para los minoristas, ya que necesitan financiar sus inversiones con capital prestado más costoso.
El tema común que surge del informe de 2023 es la mayor presión del mercado sobre los minoristas. Esto está disminuyendo los márgenes tanto online como offline y aumentando la necesidad de innovación comercial, economías de escala e inversiones para preparar el negocio para el futuro.
De este modo, “The State of Grocery Retail 2023” revela las tendencias clave que darán forma al sector minorista de comestibles en los próximos años:
-El comportamiento del consumidor en 2023 seguirá siendo cauteloso como resultado de los efectos colaterales de la incertidumbre económica observados en los últimos años. Es probable que los volúmenes minoristas se mantengan estables durante el resto de 2023 debido al difícil clima económico. Entre los consumidores, el 53% planea ahorrar más dinero en alimentos, y la polarización entre los grupos de ingresos más altos y más bajos está disminuyendo a medida que todos los segmentos se vuelven más sensibles a los precios debido al aumento de los costes de vida.
-Es probable que la continua presión sobre los márgenes intensifique la carrera por las economías de escala. Los precios de los productores, los aumentos salariales y las crecientes tasas de interés seguirán teniendo un impacto en la rentabilidad de los minoristas de alimentación. La presión continua sobre los márgenes está dando como resultado un crecimiento de la marca privada, negociaciones cada vez más difíciles con los proveedores y retrasos en los avances en la digitalización.
-Dado que solo se prevé un crecimiento online moderado en el futuro, hacer que el comercio minorista más rentable será un objetivo clave. Los jugadores online puros crecieron más rápido que la inflación en 2022 y algunos alcanzaron la rentabilidad. La entrega de comidas está creciendo más rápido que las tiendas de alimentación online en valor y penetración de mercado, y es posible que algunos jugadores alcancen el punto de equilibrio en 2023.
-Es probable que la tecnología y la automatización se aceleren. La inversión adicional requerida en tecnología se estima entre 45.000 y 55.000 millones de euros hasta 2030. El análisis avanzado se está volviendo crucial y la IA generativa está emergiendo como una nueva frontera para el marketing y la atención al cliente.
-La industria continuará intensificando los esfuerzos para acelerar la descarbonización. Los minoristas tienen un papel esencial que desempeñar en el trabajo con proveedores y consumidores para abordar las emisiones de Alcance 3: aquellas que no generan directamente los minoristas o sus proveedores de energía (que constituyen aproximadamente el 90% de todas las emisiones)
Según ha explicado Daniel Läubli, Global Head of Grocery Retail en McKinsey, “a pesar de los desafíos que se avecinan, estos momentos difíciles ofrecen oportunidades para aquellos que actúan con audacia. Si los minoristas ofrecen alternativas más baratas para sus clientes y duplican la eficiencia, eso dejará espacio para inversiones en crecimiento y sostenibilidad, lo que aumenta las posibilidades de salir fortalecidos de esta crisis”.
Por su parte, Christel Delberghe, directora general de EuroCommerce, ha asegurado que «proteger a los consumidores de las presiones inflacionarias y el aumento de los costes de la energía ha sido un gran desafío para los minoristas y mayoristas en Europa, agregando más presión sobre los márgenes ya muy bajos. Y lo hicieron mientras tenían que invertir en sostenibilidad, digitalización y habilidades, que son esenciales para la futura competitividad del comercio minorista de alimentación europeo, como se evidencia en este informe”.