Carmila concibe sus centros comerciales como espacios dirigidos a proponer experiencias a unos visitantes cada vez más exigentes. Así, por año suscribe en sus activos una media de 1.500 contratos de specialty leasing. Las actividades desarrolladas en estos espacios han sido muy diversas y ya suponen el 7% del negocio de la inmobiliaria tras un crecimiento de 12% en 2018.
“El dinamismo de esta actividad hace que la experiencia del cliente sea diferente en cada visita al centro comercial. Ese factor sorpresa enriquece su experiencia de compra y transmite la sensación de que los centros comerciales son espacios vivos”, afirma Luis de Llera, Head of Specialty Leasing en Carmila .
Durante los cinco años de vida de la inmobiliaria, estos formatos han ido modernizándose y reinventándose, adoptando una personalidad propia e incorporando las nuevas tecnologías. En palabras de Llera, “desde los carritos de venta que se empezaron a implantar en centros comerciales de EEUU este formato ha evolucionado mucho. La digitalización presenta grandes oportunidades para los centros comerciales. Los clientes demandan cada vez más experiencias generadas, por ejemplo, con la conexión en sus dispositivos móviles o a través de la realidad virtual”.
En su apuesta por la omnicanalidad, Carmila ha abierto recientemente un nuevo canal de comercialización, ofreciendo soluciones a ecommerce que por primera vez aterrizan en un centro comercial. La inmobiliaria asesora a compañías nativas digitales que quieren dar el salto al retail físico, con el objetivo de convertirse en referente para este primer contacto.
Además, con vistas al futuro, Carmila planea ir más allá. “Estudiamos la posibilidad de implantar nuevos soportes publicitarios con las últimas tecnologías, como los hologramas o la realidad aumentada”, afirman.