En un mercado mundial del vino relativamente estable en volumen, aunque con crecimientos en valor, se le presentaron ya en 2019, pero aún más en 2020, algunas amenazas muy serias que pueden afectarlo gravemente, según un estudio del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMV).
Entre los difíciles retos a los que tiene que hacer frente se destacan:
–El Brexit, cuyos peores momentos pasaron posiblemente tras el referéndum con la pérdida de valor de la libra.
–Los aranceles estadounidenses, que por el hecho de ser discriminatorios y afectar a franceses y españoles, pero no a italianos y otros, resulta mucho más dañino, destaca el informe.
–La nueva normativa rusa, que puede afectar seriamente a las exportaciones españolas de granel a partir de su entrada en vigor en junio de 2020.
-El impacto que sobre el sector, y sobre el mundo entero, puede tener el brote de coronavirus y las fuertes limitaciones a las ventas que se han derivado de él, tanto en los mercados internacionales (pérdida del año nuevo en China, pedidos, problemas de logística, etc.), como en el mercado nacional, muy especialmente en la hostelería.
Respecto a este último punto, la OeMV señala que “si las importaciones de vino en China, país en el que se originó la pandemia, ya venían cayendo en los últimos dos años, la preocupación ante la crisis económica internacional generada por la crisis del coronavirus puede tener efectos nefastos para el sector vitivinícola no solo en China, sino a nivel global”. Así lo confirman los primeros datos de importación de vino en China en 2020, que registran un descenso de más del 30% durante los dos primeros meses del año.
Si esto es así, deberíamos plantearnos el consumo en España de todos nuestros productos y dejar de consumir productos de impotación para hacer crecer la economía Española y dar de comer a las empresas de nuestro país.
David Lopez.