La disminución de consumo de vino en todo el mundo que comenzó en 2007 parece haber llegado a su nivel más bajo entre 2009 y 2010, según un informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Ello confirma el cambio en los hábitos el consumo de los principales países productores, como la UE, donde el consumo se redujo en casi un millón de hectolitros en 2011. En tanto, el consumo se elevó notablemente en Estados Unidos y China, alcanzando las cifras a 0,9 y 1,15 millones de hectolitros más en 2011 en comparación con 2010. Estas son algunas de las conclusiones señaladas en el mencionado informe.
El consumo mundial de vino en 2011 ascendió a 241,9 Mhl (millones de hectólitros) de gama media, lo que representa un aumento de 1,7 hectolitros en comparación con 2010 (0,7%). Ello implica que el consumo mundial ha disminuido de manera constante, y que el retorno al crecimiento está llegando, aunque muy moderado. No obstante, en parte debido a las condiciones económicas generales, el primer continente en cuanto a consumidores, Europa, está lejos de volver al crecimiento de antes de la crisis. Así, entre los países productores tradicionales y los consumidores europeos, el consumo italiano muestra una disminución significativa del -6,3%, el consumo francés aumenta, el alemán se mantiene estable y se producen pequeños descensos en el consumo español, de Reino Unido y portugués en 2011.
EE UU, el segundo volumen del mercado mundial, se estima que ha crecido en 0,9 Mhl como primer acercamiento para llegar a 28,5 millones de hectolitros, mientras que entre 2009 y 2010 el crecimiento fue sólo de 0,35 Mhl. En cuanto a China, el consumo sigue creciendo, a partir del rápido crecimiento de las importaciones y sin exportaciones significativas del país (+1,15 Mhectolitros en comparación con 2010). Argentina, Sudáfrica, Australia, Chile, Nueva Zelanda registraron en 2011 una demanda interna cuantitativamente equivalente a 2010.