AZTI-Tecnalia, centro tecnológico especializado en investigación marina y alimentaria, ha desarrollado por primera vez en el ámbito científico un proyecto propio de identificación y estudio de tendencias en alimentación, que ha presentado en el Salón Internacional de Alimentación y Bebidas, Alimentaria 2012.
Ante profesionales del sector, ha dado a conocer las principales tendencias que el centro tecnológico ha identificado como más relevantes para la próxima década. Conocerlas supone para la industria agroalimentaria una gran oportunidad para promover la innovación en alimentación y anticiparse a las demandas de los consumidores.
La alimentación en los próximos años deberá adaptarse a los nuevos ritmos de vida urbanos, con alimentos disponibles en cualquier momento y lugar y que, sin merma de calidad y salubridad, supongan una satisfacción instantánea. El futuro cercano estará marcado también por servicios que permitan hacer la compra de un modo más rápido e inteligente, con una mejor discriminación de los productos elegidos
La salud va a marcar el futuro de la alimentación. Las personas están cada vez más concienciadas con la preservación de su salud, por eso demandan productos saludables y adaptados a sus propias necesidades personales. Los consumidores optarán por productos asociados a su propia identidad, ya sea personal o colectiva. Se trata de ofrecer alimentos que un individuo o grupo social pueda relacionar con sus deseos, valores o aspiraciones.
Las tendencias presentadas en Alimentaria 2012 se ampliarán y recogerán en una publicación online, cuya difusión está prevista para el mes de mayo en las páginas web de AZTI-Tecnalia. El trabajo ha sido desarrollado por un grupo de expertos del ámbito alimentario de AZTI-Tecnalia, apoyándose en proyecto Food Trend Trotters, y junto a Bilbao Design Academy, centro de conocimiento sobre tendencias, diseño e innovación. Para estar al día de todas las novedades en esta materia, puede consultarse la web www.foodtrendtrotters.com.
Detectar y analizar las tendencias supone para el sector agroalimentario adaptarse al mercado actual y anticiparse al mercado futuro. Se trata, además, de una herramienta estratégica para promover la innovación desde el mercado y para el mercado, y resulta esencial para el diseño de nuevos conceptos de producto. Este conocimiento permite transformar las tendencias en productos y servicios innovadores que actualmente no existen en el mercado, así como detectar oportunidades de negocio para responder a los distintos tipos de consumidores.