“La Ley de la Cadena Alimentaria anunciada por el ministro Arias Cañete, constituye un ambicioso proyecto destinado a corregir los desequilibrios existentes”, dijo el secretario general técnico del Ministerio de Agricultura, Adolfo Díaz-Ambrona, en la clausura del Seminario sobre “Las relaciones comerciales en la cadena agroalimentaria”.
“Se trata, resaltó el secretario general técnico, de corregir las disfuncionalidades de la cadena sin entorpecer el libre mercado y la competitividad”. Para ello ha indicado que “en su elaboración se tomará en cuenta el informe de la Comisión Nacional de la Competencia sobre relaciones comerciales entre fabricantes y distribuidores, la legislación comunitaria y la de otros países”
En esta línea Adolfo Díaz- Ambrona ha anunciado que se ha constituido un grupo de trabajo interno y se ha intensificado durante las últimas semanas, la interlocución con otros departamentos ministeriales.
Para conseguir el consenso en la elaboración de la nueva normativa, Díaz-Ambrona ha recabado la colaboración de todos los eslabones de la cadena, garantizando que “cuando el texto esté terminado se abrirá un periodo de consultas públicas para poder escuchar todas las sensibilidades”.
En su intervención Díaz-Ambrona ha resaltado “los logros conseguidos por la industria de la alimentación en España, hasta situarse como primer sector industrial en el país, contribuyendo con el 7,7% al conjunto del PIB nacional”. “Nos encontramos con una producción industrial líder, que ha generado en 2010 unas ventas por valor de 81.369 millones de euros, lo que supone el 15 por ciento de las ventas netas industriales”, añadió.
También ha destacado el papel esencial de la industria en la cadena alimentaria “como eslabón intermedio entre los agricultores y la distribución y parte esencial para lograr la vertebración de todos los eslabones, además de su contribución a la sostenibilidad y a la generación de empleo”.