La industria de la alimentación y bebidas, uno de los mayores motores de la economía española, está sobre-atomizado con más de 30.000 empresas, de las cuales el 96% de ellas son pymes. Esta falta de dimensión “limita el crecimiento y la competitividad del sector”, asegura Horacio González Alemán, director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab).
El proceso de concentración de empresas llevado a cabo durante los últimos 15 años se ha traducido en una mejora de la dimensión. “Ha sido un proceso positivo pero hay que agilizarlo”, asegura el directivo de la Fiab.
El sector “necesita ganar dimensión para aumentar su competitividad a través de la innovación, internacionalización y acceso a la financiación”, explica González Alemán durante la presentación del estudio Competitividad y tamaño en la industria de la alimentación y bebidas, elaborado por la Fundación Cajamar.
Así, además del precio y la calidad, la clave de la industria alimentaria está en la innovación. Las empresas de mayor tamaño tienen una mayor probabilidad de realizar actividades innovadoras, el 73,7% frente a las pymes (24,3%). En las grandes empresas, la innovación se traduce en desarrollar nuevos productos, mientras que en las de menor tamaño las inversiones van destinadas a mejorar los procesos productivos.
En cuanto a la internacionalización, el estudio revela que para las empresas grandes es más sencillo acceder a los mercados exteriores, aunque las pymes que lo hacen tienen una mayor intensidad exportadora ya que “lo consideran como una estrategia de supervivencia y crecimiento”.
El estudio también indica que las empresas de mayor dimensión tienen más ventajas a la hora de acceder a la financiación porque “son un valor seguro para la banca”.
Por ello, González Alemán explica que “debemos centrar nuestros esfuerzos en las pymes y potenciar un punto de encuentro entre las empresas para que colaboren y lleguen a acuerdos estratégicos con el objetivo de reforzarse y seguir desarrollándose”.
Así, “queremos un nuevo escenario empresarial que favorezca una mayor integración donde las microempresas se conviertan en pymes, las cuales se convertirán en grandes empresas y éstas a su vez serán grandes multinacionales”.