La cervecera aragonesa Ambar ha querido festejar la historia de los amantes de Teruel para lo cual ha creado una cerveza medieval que se ofrecerá exclusivamente durante los cuatro días de celebración.
Se trata de “un auténtico alimento líquido, más oscuro y denso, con matices al tostado del cereal y al lúpulo y recrea a las cervezas que ofrecían a los peregrinos los monasterios y abadías del medievo”, asegura Enrique Torguet, director de marketing de Ambar.
Desde 1997, las calles de Teruel reviven el ambiente medieval de la ciudad del siglo XIII y miles de turolenses y visitantes se visten como antaño para participar activamente en la recreación de la historia de los Amantes. Más de 150 agrupaciones dan vida a 70 oficios como los calceteros, los esparteros o los pelaires.
Caballeros de distintas órdenes, “gens” que representan a los cátaros, el prostíbulo o las poetisas mudéjares, familias de las tres culturas cristianas, judías y musulmanas. Y ahora ve su luz, una nueva congregación, la de los monjes cerveceros de la Abadía benedictina San Arnoldo de Ambar, constituída en homenaje a este santo patrón de la cerveza. “El agua en la época era transmisora de enfermedades y la cerveza, que en su elaboración hervía agua y por tanto eliminaba muchas bacterias y gérmenes, se convirtió en un remedio higiénico para prevenir enfermedades. Quienes vivían alrededor de un monasterio o abadía cervecera se salvaban.”
Acompañando a los actos principales de la Boda y entre fustas, toros de fuego, demostraciones de cetrería o mercados medievales, la Abadía de Ambar ha programado plegarias e indulgencias entorno a la cerveza bendita. El Obispo de aquellos años la bendecirá para “garantizar la pureza del líquido que será degustado por invitados, visitantes y turolenses” y la Abadía durante los esponsales ofrecerá a los novios un barril cervecero en su honor y se procederá a un brindis. Como dicen “la espuma de esta cerveza será un beso compartido entre todos los asistentes”.
Con el lema “Ora, Ambar et Labora” la nueva orden recorrerá la ciudad impartiendo indulgencias cerveceras en una comitiva formada por monjes y por equinos portadores de barriles de la Cerveza conmemorativa. “La darán a probar a quienes se arrepientan y ayudará así a sanar el cuerpo y alma de los que la beban” añade Torguet. A lo largo de las jornadas también se podrá asistir a las plegarias cerveceras en la Abadía y conseguir una “reliquia” del Santo, un hilo de tela de su túnica.