El grupo Vintae crea el proyecto Garnachas de España donde hace protagonista a esta variedad de uva con la colección de cinco vinos monovarietales y la creación de un documental.
Ya hay en el mercado tres vinos elaborados únicamente con garnacha de distintas zonas de España. Estos vinos expresan todo el potencial de la variedad y la personalidad de cada una de las zonas de elaboración que se han elegido, todas en el entorno del Valle del Ebro.
Con esta colección, el grupo pretende mostrar el potencial de la variedad en diferentes condiciones de clima y suelo. Así, vuelve a tomar protagonismo la garnacha, tan denostada en tiempos no tan lejanos como prestigiada en los últimos años por sus enormes posibilidades enológicas.
De los tres vinos que ya están en el mercado, La Garnatxa Fosca del Priorat es la principal novedad. Elaborada en esta zona de Cataluña, aúna perfectamente la mineralidad de sus vinos con una fruta fresca y sabrosa. El resultado es un vino complejo pero rico y fácil de beber al mismo tiempo.
También acaba de llegar al mercado la segunda añada de La Garnacha Salvaje del Moncayo (Ribera del Queiles), un vino elaborado con uvas de viñas viejas plantadas hace más de 50 años en la cara Norte del Moncayo. El resultado es un vino afrutado, fresco y de tanino dulce, gracias a unas condiciones en las que precisamente la garnacha comienza a dar lo mejor de sí.
El tercero de los vinos es La Garnacha Olvidada de Aragón (D. O. Calatayud), elaborado con uvas de un viñedo de garnacha vieja plantado en 1940, algo que se expresa a la perfección en sus taninos amables y maduros. Con 10 meses en barrica de roble francés, es un vino con una boca plena y sabrosa.
La colección se completará en unos meses con dos vinos muy especiales. El primero de ellos es un proyecto muy personal del enólogo y director técnico de Vintae, Raúl Acha. El garnacho viejo de la Familia Acha contiene el cariño, el cuidado extremo y el trabajo de esta familia, que vendimió personalmente sus viñedos centenarios ubicados en Cárdenas (La Rioja) y plantados hace más de un siglo por el bisabuelo de Raúl. Sus familiares despalillaron a mano, seleccionaron cada grano e hicieron el pisado a la manera tradicional para crear un vino muy especial de producción muy limitada.
El segundo de estos vinos es La Garnacha de Hielo, uno de los pocos vinos de hielo que se producen en España. Procede también de los viñedos familiares de los Acha, pero en este caso vendimiados a finales del mes de diciembre con temperaturas entre los cinco y los 10 grados bajo cero. A estas alturas del año, la uva está sobremadurada, tiene una concentración máxima y de ella resulta un vino dulce de producción muy exclusiva, que no llegará a los 300 litros.
Uno de los propósitos de este proyecto, además de recuperar viñedos viejos de Garnacha, es destacar las enormes posibilidades de esta variedad autóctona española, que sigue siendo la uva más cultivada en todo el mundo, pese a que durante años ha perdido protagonismo. Para fomentar el conocimiento y la difusión de la apasionante historia de esta variedad, que ahora se está redescubriendo y recuperando, Vintae ha rodado y editado un documental en todas las zonas donde se han elaborado los vinos.