La bodega segoviana Navaltallar, DOP Valtiendas, presenta las nuevas añadas de sus vinos: Navaltallar Joven 2010, Roble 8 2009 y Roble 16 2008. Nacida en 2003, apuesta por un perfil de vinos en los que la elegancia y la sutileza sean las auténticas protagonistas y señas de identidad, y se aleja del perfil de los vinos corpulentos y con mucho tanino de la vecina Ribera del Duero.
“Enfocamos nuestra manera de trabajar, tanto en el viñedo como en la bodega, en la búsqueda de vinos en los que prime la delicadeza y la complejidad por encima de la extracción y la madera. Queremos vinos para beber y disfrutar, que sean capaces de acompañar una comida, y también que nos hagan soñar”, dice Alejandro Costa, director comercial y propietario de Bodegas Navaltallar.
El entorno donde crece el viñedo, por sus suelos y su altitud, hasta 960 metros sobre el nivel del mar, con un clima continental muy frío en invierno, es una parte esencial en la personalidad de sus vinos. Con este clima, y con la manera de trabajar el campo de Bodegas Navaltallar, la maduración de la uva suele ser más lenta, lo que beneficia en gran manera la madurez fenólica y conseguir graduaciones alcohólicas contenidas.
“Una de las cosas de las que nos sentimos más orgullosos es poder decir que somos de las pocas bodegas en España que han conseguido que una Denominación de Origen Protegida haya ampliado su extensión geográfica para acogernos. Fue en 2008, cuando solicitamos al órgano de gestión de Valtiendas la ampliación de la ya entonces Denominación Origen Protegida, para dar amparo a nuestros vinos. La ampliación se aprobó por unanimidad en junio 2011, siendo la primera añada en ser calificada dentro del consejo regulador la de 2010, con Navaltallar Joven, que ahora sale al mercado”, dice Alejandro Costa.