El vino español es cada vez más demandado en Brasil. Aunque España ocupa el sexto lugar entre los principales exportadores de vino a Brasil, el crecimiento registrado en 2011 ha sido del 32,12% (casi el doble de la media), finalizando el año con una cuota del 4,75% en valor y del 3,39% en volumen.
Se han mejorado así las cifras de 2010, que ya resultaron muy positivas, gracias a la labor de promoción tanto de bodegas individuales como de las denominaciones de origen con mayor proyección internacional. Un dato muy positivo, de cara al cada vez más maduro mercado brasileño, es que el precio medio de los vinos españoles ha sido un 83% más alto que el de los de Italia, país que, por ahora, ocupa el cuarto lugar en el ranking de importaciones.
Chile y Argentina lideraron en 2011 el mercado de vinos de importación en Brasil, con crecimientos respecto al año anterior del 16,30% y del 12,41%, respectivamente. Los vinos chilenos suponen el 29,10% en valor y 35,14% en volumen del total importado, mientras que a los argentinos les corresponde el 21,40 % en valor y 23,32 % en volumen.
Les sigue Francia, con una cuota de mercado del 14,67% en valor y del 5,76 % en volumen, si bien hay que tener en cuenta que el Champagne es el responsable del 41% del crecimiento registrado. Algo similar sucede con la ya citada Italia y sus Lambruscos, y con Portugal (que ocupa la quinta posición) y sus vinos de Oporto.
A lo largo de 2011, en Brasil ha seguido aumentando, tanto en volumen como en valor, la importación de vinos; y todos los países, excepto Sudáfrica, mejoran sus cifras. A pesar de la introducción de nuevos e importantes impuestos y de la depreciación del Real frente al Euro y el Dólar, el crecimiento global ha sido del 16,54 %. Este incremento, favorecido por una posición relativamente cómoda del país sudamericano ante la crisis económica mundial, no se ha traducido sin embargo en un aumento paralelo del consumo per cápita, lo que indica una evolución más cualitativa que cuantitativa y que el consumidor brasileño es cada vez más conocedor y exigente.