La cosecha de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Alcachofa de Tudela caerá cerca de dos millones de kilogramos, un 30% más con respecto al año anterior, debido a las heladas padecidas las semanas anteriores.
En palabras de Enrique Castel-Ruiz Calvo, vicepresidente de la IGP, y recogidas por la prensa local “las primeras afecciones a la planta llegaron antes de Navidad, cuando la comarca llegó a registrar temperaturas de hasta cinco grados bajo cero. El otoño había sido muy benigno y la planta estaba tierna, con lo que estos primeros hielos la afectaron mucho», explica el agricultor tudelano, quien señala que las heladas de principios de esta semana han sido «la puntilla». «Tras esos hielos de Navidad, la alcachofa se estaba recuperando muy lentamente, pero las tres jornadas consecutivas de temperaturas bajo cero que hemos sufrido a principios de semana han terminado de machacar a la planta», asegura Castel-Ruiz.
“Si el invierno es seco y las temperaturas son suaves, la planta rebrotará y podremos cerrar la campaña de forma positiva. Pero la cosecha de invierno no finaliza hasta mayo, con lo que todavía pueden pasar muchas cosas», explica el vicepresidente.
Además, las heladas también afectarán a la calidad de la alcachofa tudelana. «Los consumidores van a tener alcachofa de Tudela en el mercado, pero los hielos han afectado a la calidad y no se podrán comer ejemplares de la máxima calidad hasta finales de febrero o primeros de marzo», indicó Castel-Ruiz.