La Mesa Nacional de Frutos Secos (integrada por las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, y la Asociación Española de Organizaciones de Productores de Frutos Secos y Algarrobas, AEOFRUSE) ha analizado la situación del sector y preparado las líneas que permitan mejorar las difíciles circunstancias que atraviesan.
En el encuentro se ha constatado como principal e inmediato objetivo promover el mantenimiento de la ayuda específica para el sector en las próximas campañas. Los productores de frutos secos verán desacoplada la ayuda comunitaria que percibían a partir de 2012, pero los Estados Miembros tienen permitido continuar asignando una ayuda adicional ligada a la superficie con importe anual tope de 120,75 euros/hectárea.
En el caso de España, este complemento se otorgaría de manera cofinanciada, como hasta ahora, entre las Comunidades Autónomas y el MARM. Dada la situación de precios que viene atravesando el sector, por debajo de los costes de producción, y el comprometido futuro por la competencia internacional, se considera vital el mantenimiento completo de esta ayuda, tanto en su parte estatal como en su vertiente autonómica.
Sobre este último punto, la Mesa también considera preocupante las situaciones de agravio comparativo entre regiones productoras, que ya se vienen dando desde hace varias campañas, tanto por los distintos niveles de ayuda que puede llegar a percibir un productor de frutos secos, según la Comunidad Autónoma en la que solicite la ayuda, como por los retrasos en los pagos de las cantidades comprometidas.
Finalmente la Mesa también ha establecido como otra de sus prioridades el control de la trazabilidad y el etiquetado de los frutos secos y el desarrollo de estrategias de diferenciación de la calidad de nuestras producciones. En este sentido, al margen de las posibles figuras de protección que se puedan establecer, se ha de controlar exhaustivamente el volumen y calidad sanitaria de las importaciones, así como de las mezclas de producto importado con producto estatal. Además, es necesario mejorar la inspección y el control de la calidad en frontera y en los puntos de venta, especialmente en lo relativo al origen en el etiquetado para evitar la confusión del consumidor.