El año que hemos dejado fue muy difícil, según la FAO. En 2011, la inestabilidad de los precios de los alimentos y la tragedia de otra hambruna en el áfrica oriental concentraron la atención del mundo en noticias sobre la alimentación y la agricultura.
Mientras la FAO intervenía en apoyo a los agricultores y pastores del Cuerno de áfrica y para conseguir apoyo internacional a fin de establecer medidas de largo plazo para reducir la vulnerabilidad de la región, siguió trabajando también en otros frentes.
En 2011 también se inauguró el nuevo paradigma de la FAO «Ahorrar para crecer», orientado a la producción sostenible de alimentos a cargo de los millones de pequeños agricultores del mundo.
Y una nueva edición de “El estado mundial de la agricultura” destacó cómo la brecha de género en la agricultura representa una desventaja para millones de mujeres campesinas y debilita la lucha contra el hambre.
La investigación de la FAO puso en evidencia el enorme desperdicio de alimentos que se produce en todo el mundo, y un nuevo estudio innovador ofrece una mirada inédita sobre el estado de los recursos de tierras y aguas, de los que depende la producción mundial de alimentos.
En 2011, la FAO también puso al día la información mundial del estado de las principales poblaciones de peces y afinó la información sobre las tasas mundiales de deforestación.