La marca de agua mineral Vilas del Turbón ha iniciado su andadura comercial en la gran distribución de alimentación. Por este motivo, el agua procedente del manantial natural del macizo del Turbón, de la comarca aragonesa de Ribagorza en Huesca, lanza su prestigiosa agua de siempre en un nuevo y original envase PET y con un nuevo etiquetado.
La entrada en los grandes canales de distribución de alimentación supone un cambio radical en la estrategia comercial de esta marca de agua que se distingue por una excelencia, tradición y pureza que se han mantenido intactas desde que se envasó por primera vez en 1932.
Inicialmente, su pureza y sus numerosos beneficios para la salud posicionaron Vilas del Turbón como sinónimo de salud y bienestar y su comercialización se centró en farmacias. Posteriormente, Vilas del Turbón también ganó aceptación por su sabor ya que su origen inalterable le proporciona un paladar característico muy apreciado por la alta gastronomía y los “gourmets” más sofisticados. Debido a esta aceptación creciente, la compañía ha optado finalmente por hacer llegar a un mayor número de hogares las propiedades inigualables de esta agua.
La compañía prevé que con la comercialización del nuevo envase a través de los lineales de la gran distribución alimentaria, permita a Vilas del Turbón cerrar 2011 con un significativo aumento del 40% de sus ventas.
Para entrar con éxito en la gran distribución de alimentación, la firma ha desarrollado un original envase en PET (de 1 litro y de 500 ml). Además de la singularidad estética del envase, su diseño se ha centrado en facilitar su utilización por parte del consumidor. En este sentido, cabe destacar que el formato es mucho más cómodo y práctico y permite, gracias a su forma, un fácil almacenamiento y manejo en el hogar. Además, se ha realizado un extraordinario esfuerzo de diseño para garantizar la ergonomía del envase y hacer mucho más cómoda su utilización.
Por su parte, el etiquetado también se ha renovado para transmitir mediante unas líneas gráficas ligeras y con una paleta cromática suave y neutra los valores fundamentales de la marca como son la pureza, sus propiedades saludables y su estricto respeto medioambiental.
Asimismo, el propio envase es una prueba tangible del respeto de Vilas del Turbón por el entorno ya que gracias a su gramaje limitado y a su tapón de perfil bajo supone un importante ahorro en plástico y en energía en su fabricación. Además, la compañía es claramente respetuosa con los recursos naturales ya que Vilas del Turbón sólo envasa una parte de la cantidad de agua que emana del manantial.