La acuicultura es la fuente de proteínas animales con un crecimiento más rápido a nivel mundial y hoy en día aporta cerca de la mitad de todo el pescado consumido en el mundo, según un informe publicado por la FAO.
El informe “La acuicultura en el mundo 2010” indica que la producción global de pescado de acuicultura creció más del 60% entre los años 2000 y 2008, desde 32,4 millones de toneladas a 52,5 millones.
También prevé que para 2012 más del 50% del pescado consumido a nivel mundial como alimento proceda de la acuicultura.
«Con la producción del pescado de captura estancada y el incremento demográfico, se considera que la acuicultura tiene el mayor potencial para producir más pescado en el futuro y atender la demanda creciente de alimentos acuáticos inocuos y de calidad», según el informe.
Con su crecimiento tanto en volumen como en valor, la acuicultura ha ayudado claramente a reducir la pobreza y aumentar la seguridad alimentaria en muchos lugares del mundo.
Pero este sector no ha crecido en forma equilibrada en el planeta. Existen marcadas diferencias en los niveles de producción, la composición de las especies y los sistemas agrícolas entre unas regiones y otras, y entre un país y otro.
Respecto a los sistemas de cultivo, los de tipo intensivo prevalecen en Norteamérica y en los países productores avanzados de Europa y Latinoamérica. En la región de Asia-Pacífico, a pesar del gran desarrollo técnico, los pequeños productores comerciales continúan siendo la espina dorsal del sector.
Los productores a pequeña escala y los medianos empresarios también son importantes en áfrica. Los productores a escala comercial e industrial predominan en Latinoamérica, pero existe un potencial elevado para el desarrollo de la producción a pequeña escala.
Mientras continúa el incremento de la demanda de productos de la acuicultura, cada vez se reconoce más la necesidad de abordar la preocupación de los consumidores sobre la calidad e inocuidad de los productos y por la sanidad y bienestar de los animales, según el informe. De este modo, cuestiones como la inocuidad alimentaria, la rastreabilidad, certificación y el etiquetado ecológico adquieren cada vez mayor importancia y son consideradas prioritarias por muchos gobiernos.
El informe subraya que «alcanzar para el sector de la acuicultura a nivel mundial los objetivos a largo plazo de sostenibilidad económica, social y medioambiental depende sobre todo de un esfuerzo continuo de los gobiernos para ofrecer y apoyar un marco de buena gobernanza para el sector».