Los productores de porcino de la Comunitat Valenciana han visto cómo sus principales costes de producción se han incrementado un 20%, mientras que por el contrario los precios que perciben por sus animales han descendido en esa misma proporción, según denuncia La Unió de Llauradors durante la jornada sectorial celebrada en Fuenterrobles.
El coste de producción más importante para los productores de porcino es el del pienso que permanece muy alto desde el año 2007, salvo un pequeño paréntesis durante 2010 que sirvió a los ganaderos para al menos no tener pérdidas. Sin embargo, la tendencia sigue alcista ahora y amenaza la supervivencia de numerosas explotaciones.
El mercado de los cereales, marcado por las fuertes especulaciones y por los vaivenes de los mercados de futuro o las bolsas, condiciona el precio de los piensos y lanza al alza el coste básico más importante de las explotaciones ganaderas. En la jornada se ha puesto de manifiesto la necesidad de cambiar la alimentación animal para disminuir costes, como por ejemplo sustituir la soja que debemos importar por la colza que no existiera problema en cultivarla.
Junto al pienso se han encarecido así mismo los gastos de la luz, gas, gasóleo y todos los aspectos para adaptar las granjas a las nueva normativa sobre bienestar animal. El problema con el que se encuentran los ganaderos es que no pueden trasladar ese incremento de los costes en los precios del producto en origen, lo que demuestra su situación de debilidad frente a la gran distribución que provoca que las diferencias en los márgenes comerciales sean mayores cada vez. Los ganaderos siguen cobrando menos por sus productos pero cada vez tiene que hacer frente a mayores costes de producción mientras que los consumidores pagan más. En este sentido perciben ahora alrededor de dos euros menos por animal que hace un año.