El sector de los Bienes de consumo duradero, aquellos que tienen una vida útil superior a un año, está condicionado por la volatilidad económica. La confianza del consumidor europeo está disminuyendo en muchos países debido a la incertidumbre creada por la crisis de la eurozona, la inestabilidad en el empleo o la capacidad de los hogares para el pago de deudas.
Estos son algunos de los datos que se desprenden del informe distribuido por Crédito y Caución, que recoge las perspectivas y estimaciones de futuro del mercado de la Alimentación y los Bienes de consumo duradero en diferentes países como son Francia, Alemania, México, Finlandia, Polonia y Hungría.
La Alimentación es un sector mucho menos condicionado por la volatilidad económica, pero que se enfrenta a una serie de problemas estructurales.
Se enfría el crecimiento en el sector de los Bienes de consumo duradero, marcado por la debilidad de la zona euro y la ralentización del consumo privado. En Francia, los Bienes de consumo duradero representaron el 8,8% del consumo total durante 2010. Sin embargo, durante el primer trimestre de 2011 el sector ha experimentado un crecimiento cero, acompañado de una caída del 0,7% en el consumo del hogar.
El patrón se caracteriza por una gran compra basada en las ofertas y pequeñas compras regulares. Los consumidores son cada vez más susceptibles al precio, lo que obliga a las grandes superficies a establecer una constante guerra de precios, además de luchar contra los distribuidores on-line.
Esta situación ha provocado un aumento en la morosidad del sector, ocasionado por un deterioro en la solvencia. Con una perspectiva de decrecimiento del 0,2% en el consumo privado durante 2012, al sector de los bienes de consumo duradero no le queda otra cosa que seguir sufriendo.
En Alemania, a pesar de una fuerte recuperación de la economía, con un crecimiento del 3,7% del PIB en 2010, el crecimiento del consumo privado se ha enfriado. Además, algunos subsectores se ven muy afectados por el incremento en el precio de las materias primas y productos intermedios, acompañado de crecientes incertidumbres en la zona euro. No se espera un crecimiento sólido en el consumo de los hogares antes del segundo trimestre de 2012.