La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) considera que la falta de lluvia puede tener importantes repercusiones negativas en la campaña de olivar. Así, se estima que pueden producirse pérdidas de alrededor de un 25% si no llueve antes de un par de semanas.
En Jaén, por ejemplo, el olivar de secano es el más perjudicado por el momento, y se calcula que las pérdidas de producción podrían llegar al 30%, pero si la falta de precipitaciones se mantiene también el olivar de regadío sufrirá una importante merma.
Idéntica situación se produce en Córdoba, donde el secano está muy afectado, con pérdidas que ya se acercan al 20%, mientras en Sevilla, tanto la aceituna de aceite como la de mesa que se ha quedado sin recoger para derivarla a molino se encuentra “agostada”, es decir, arrugada. Se esperan reducciones importantes de cosecha en las comarcas de Estepa, La Puebla y Osuna.
Coag recuerda que el sector olivarero arrastra ya tres campañas con pérdidas que superan los 2.500 millones de euros. El reciente anuncio de autorización del almacenamiento privado de aceite de oliva es una bombona de oxígeno, porque se espera que sirva para subir un poco el precio, aunque este anuncio llega tarde, porque la campaña de comercialización está prácticamente terminada, y ya casi no hay operaciones.