Carlsberg celebra durante esta primera semana de septiembre el bicentenario de su fundador, un emprendedor que convirtió el modesto negocio de su padre en una de las cerveceras más punteras y avanzadas de la época.
Hoy su legado sigue inspirando y guiando, tanto la estrategia global de la compañía, como las decisiones diarias de sus más de 41.000 trabajadores.
Dos siglos después del nacimiento de J.C Jacobsen, fundador de Carlsberg, la cuarta cervecera del mundo está más viva que nunca en una filosofía empresarial que se hace patente en el eslogan de la marca: “Esto se merece una Carlsberg”. Es un reclamo que anima al consumidor a “dar un paso adelante por aquello en lo que cree” y recompensarse por ello con una buena cerveza, lo que definía la personalidad de Jacobsen.
Carlsberg cuenta con una producción anual de 35.000 millones de botellas y ha extendido su marca a más de 150 países en todo el mundo. Su presencia en España se remonta a 1957, año en el que se exporta la primera Carlsberg a nuestro país. Pero el verdadero despegue de la marca en territorio nacional comienza a partir de su asociación con Mahou-San Miguel en 2002, cuando el Grupo español comienza su distribución. Posteriormente, en 2009, Mahou-San Miguel alcanzó un acuerdo con Carlsberg por el que la compañía danesa adquiría los derechos para distribuir y comercializar San Miguel en Reino Unido, mientras que Mahou-San Miguel hacía lo propio con las marcas Grimbergen y Tetley’s en España. Un año después, Carlsberg UK comienza a distribuir Mahou en el canal de Hostelería de Reino Unido en formato de 33 centilitros y en barril de 30 litros.
El afán emprendedor y el compromiso de J.C Jacobsen con su entorno, se mantienen intactos 200 años después en la compañía danesa a través de la Fundación Carlsberg, creada en 1876 para asegurar que la mayor parte de los beneficios de la empresa revirtieran de manera positiva en la sociedad. En la actualidad, esta institución posee al menos el 51% de los votos y más del 25% del capital social del Grupo, lo que la convierte, de acuerdo a la ley danesa, en la dueña del Grupo.
Carsberg quiere constituirse como un verdadero modelo a seguir y lo consigue, en buena parte, a través de esta estructura de propiedad que asegura que se mantenga vivo el legado de J.C Jacobsen. El espíritu innovador y precursor de su fundador se hace patente a través de las más de 100 personas que trabajan en el Centro de Investigación de la compañía, parte de la Fundación, y que ha convertido a la compañía danesa en un referente dentro de un amplio abanico de disciplinas científicas.