El precio de las hortalizas y frutas sigue muy bajo un mes después de que Alemania acusara el sector hortofrutícola español de ser el foco de la bacteria E-coli. La media de descenso, desde que se inició la crisis del pepino, es del 20% en el precio de las hortalizas y del 30% en el caso de la fruta de verano.
“Antes de los problemas originados por el desaguisado de Alemania las cotizaciones de las hortalizas y frutas ya eran bastante más bajas que la campaña anterior, lo que provoca que sea una campaña nefasta para los productores hortofrutícolas valencianos”, aseguran fuentes de La Unió.
Desde esta organización se exige una “necesaria una campaña de promoción por parte de la Unión Europea para reparar el considerable deterioro de la imagen de los productos hortofrutícolas españoles, porque aunque resulte increíble el sistema rápido de alertas de la Unión Europea para alimentos y piensos (RASFF) todavía culpa a nuestros pepinos del origen de la bacteria”. Además, la Comisión Europea quiere obligar al sector hortofrutícola a cofinanciar como mínimo el 20% de las campañas de promoción.
Por su parte, según Asaja, las pérdidas provocadas por la crisis del pepino en Sevilla han superado los 50 millones de euros ya que se ha producido un notable descenso en el consumo y la consiguiente cancelación de pedidos y reducción de precios de muchos cultivos.
Además, la mayor parte de las frutas y hortalizas dañadas por la falsa alarma alemana (melocotones, nectarinas, ciruelas, melones, sandías, puerro, cebolla, zanahoria o patatas) no van a recibir ningún tipo de ayuda de la Unión Europea.
En el caso concreto de la provincia de Sevilla, se ha podido constatar el hundimiento del precio de la patata temprana, que ha pasado de venderse a más de 20 céntimos el kilo a no alcanzar siquiera los seis céntimos, lo que ha obligado a muchos agricultores a dejar el producto en el campo y no recolectarlo ante la imposibilidad de recuperar los costes de recolección.
Así, de las 4.500 hectáreas sembradas de patata, 1.500 se han dejado sin recolectar, lo que supone que 50 millones de kilogramos de patatas se han quedado en el campo, con un valor de nueve millones de euros.
Suerte similar han corrido los productores de zanahorias, cebollas, puerros y fruta de hueso, a quienes no se ha ofrecido ningún tipo de indemnización. Entre estas frutas cabe citar los melocotones, nectarinas y ciruelas de los que sólo en Sevilla hay unas 6.000 hectáreas y cuya cotización ha bajado al menos en un 50 %. Entre las hortalizas, las zanahorias, en las que se calcula un millón de euros en pérdidas al bajar su precio de 15 céntimos a cinco, igual que ha ocurrido con las cebollas, de las que también se habían sembrado unas 1.000 hectáreas y cuyo precio se ha derrumbado y ha pasado de estar entre los 14 ó los 15 céntimos, a reducirse a cinco o seis céntimos. Por lo que se refiere a los puerros, las pérdidas para los productores han sido prácticamente totales pues no se han podido exportar a Alemania como estaba previsto y los han vendido en el mercado nacional a muy bajo precio.