El gasto en rebajas será inferior al del pasado año, siendo la media de 50 euros por persona, frente a los 65 euros de 2010, es decir, un 23% menos, según concluye un estudio realizado por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, FUCI.
El estudio ha sido realizado a nivel nacional para conocer el desembolso económico que tienen previsto hacer los españoles en la temporada de rebajas que mañana comienza en la Comunidad de Madrid y que se generalizarán por todo el territorio nacional el próximo 1 de julio.
Esta radiografía de los consumidores ha sido realizada mediante una encuesta a 1.500 consumidores, realizada entre la segunda quincena del mes de mayo y la primera semana de junio.
La presidenta de FUCI, Agustina Laguna, ha destacado “el hecho de que si bien ha habido un considerable aumento de los consumidores que tienen pensado comprar en rebajas también va a haber un significativo descenso en el gasto previsto. Los 50 euros de media que gastarán los españoles suponen el importe más bajo desde la llegada del euro”.
“Estos datos evidencian la crisis económica que sufren los consumidores españoles que han pasado de ir a las rebajas para renovar su vestuario a comprar lo absolutamente imprescindible por su maltrecha economía”.
Madrid, País Vasco y Cataluña serán las autonomías más consumistas, mientras que Murcia, Extremadura y Canarias serán las que¡ menos gasto harán durante los dos meses que duran las rebajas.
Respecto a las decisiones de compra, nueve de cada diez españoles comprará algo en rebajas, siendo el porcentaje mayor en el caso de las mujeres (94%) que en el de los hombres (81%). La ropa y/o complementos siguen siendo los artículos más demandados en rebajas por los consumidores, mientras que los artículos de tecnología y mobiliario pierden adeptos.
Sobre las medidas de ahorro previstas, el 19% de los consumidores evitará las marcas, un 37% comprará lo que estás más rebajado y un 39% sólo lo que necesitan.
Por otro lado, un año más se observa un importante desconocimiento de los derechos y deberes de los consumidores. Un buen ejemplo es el hecho de que sólo un 19% de los españoles conoce cual es la garantía de los bienes de carácter duradero que adquieren.