En uno de cada tres alimentos envasados en la tienda se cobra el envase al precio del alimento. Es decir, en 250 gramos de queso en lonchas, más de nueve gramos corresponden al papel, el plástico o la bandeja de envasado, según un estudio elaborado por la OCU.
Así ha ocurrido en 56 de las 175 muestras de tomates y queso en lonchas que han comprado a la hora de elaborar el estudio. “En la gran mayoría de los casos, al pesar las muestras no se descuenta el envase, cuando suponía más del 3% del peso total. Pero a veces también ocurre incluso con la báscula tarada; es decir, con la báscula calibrada para que descuente el peso del envase”, aseguran desde la organización de consumidores.
Este hecho ocurre tanto en hipermercados, como en supermercados y mercados de barrio, así como en todas las ciudades visitadas: Barcelona, La Coruña, Madrid, Sevilla y Valencia.
La OCU denuncia que esta práctica sea legal ya que “no existe una legislación nacional que limite el peso del envasado, como sí ocurre en productos envasados en fábrica. Pero es que tampoco hay ninguna legislación que establezca la obligación de tarar la báscula para que excluya el envase”.
Y aunque la ley sí regula el pesado de alimentos envasados en fábrica, que se distinguen por incluir la “e” de peso neto, se han detectado alimentos con un preso sensiblemente inferior al anunciado.