La Comisión Europea ha propuesto una serie de medidas legislativas y no legislativas para poder desarrollar más normas con más rapidez. Las normas son conjuntos voluntarios de criterios técnicos y de calidad de los productos, servicios y procesos de fabricación.
La existencia de una buena norma puede facilitar la ¡vida a los consumidores, promover la sostenibilidad e impulsar la competitividad y el liderazgo tecnológico de Europa en los mercados mundiales.
Su utilización o aplicación no es obligatoria pero contribuye a que las empresas cooperen y permiten ahorrar dinero a los consumidores. No obstante, en el pasado eran necesarios varios años para elaborar una norma europea, por lo que algunas de ellas se han quedado obsoletas con respecto a unas tecnologías que evolucionan con rapidez. Por tanto, algunos sectores se han resistido a participar en la normalización o no pueden beneficiarse de los efectos positivos de las normas. Esto cambiará con el paquete de medidas presentado hoy. El Consejo Europeo de 4 de febrero, en sus conclusiones sobre la «Unión por la innovación», invitó a la Comisión a que presentase propuestas destinadas a acelerar, simplificar y modernizar los procedimientos de normalización, especialmente para que las normas establecidas por la industria puedan transformarse en normas europeas.
Según Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Industria y Empresas, “para tener éxito, Europa necesita responder al reto de la innovación rápida, la sostenibilidad, la convergencia de las tecnologías y la competencia mundial feroz. Contar con un sistema europeo de normalización dinámico es esencial para impulsar la calidad y la innovación y reforzar el papel de Europa como agente económico mundial. Por otra parte, las normas nos permiten disponer de productos sostenibles de la mejor calidad a un precio más bajo. La normalización también es esencial para el buen funcionamiento de nuestro mercado interior”.
A continuación se enumeran las medidas más importantes que la Comisión ha adoptado para reforzar el sistema de normalización en Europa y para cumplir los compromisos de las iniciativas emblemáticas de Europa 2020, la política industrial, la Unión por la Innovación, la Agenda Digital y el Acta del Mercado Interior:
– Europa presionará a favor de más normas internacionales en aquellos sectores económicos en los que es líder mundial.
– Los productos de alta tecnología a menudo se venden acompañados de servicios de mantenimiento. Aunque hay muchas normas europeas para los productos, apenas las hay para los servicios. Por tanto, podrían elaborarse más normas europeas sobre servicios, inspiradas por el mercado, que supondrían ventajas comerciales para las empresas.
– Proponer un sistema sencillo y rápido para reconocer la importancia creciente de las normas destinadas a las TIC desarrolladas por organizaciones mundiales de normalización de dicho sector, como aquellas en las que se basa internet, que se utilizarán en la contratación pública, las políticas y la legislación de la UE. Con ello se estimulará la innovación, se reducirán los gastos administrativos y se construirá una sociedad auténticamente digital mediante el fomento de la interoperabilidad entre los aparatos, las aplicaciones, los bancos de datos, los servicios y las redes.
– La Comisión intensificará su cooperación con los organismos de normalización más importantes de Europa (a saber, CEN, CENELEC y ETSI), de forma que se pueda disponer de sus normas con más rapidez. Las empresas que utilicen estas normas lograrán que sus productos sean más compatibles con otros, con lo que los consumidores tendrán más posibilidades de elección a un precio más bajo.
– Las normas europeas se redactarán con la ayuda de organizaciones que representen a los más afectados o más interesados (consumidores, pequeñas empresas, organizaciones de protección del medio ambiente y organizaciones del ámbito social).
Algunas de las acciones propuestas se aplicarán inmediatamente, mientras que otras requieren la aprobación del Parlamento Europeo y del Consejo.