Un informe de la Comisión Europea indica cómo la tecnología puede contribuir a la lucha contra las prácticas ilegales y a la trazabilidad, inclusive de productos transformados como el pescado enlatado, desde el mar hasta la mesa.
Dicho informe, titulado «Represión de las actividades ilegales en el sector pesquero» y realizado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión, explica cómo las tecnologías moleculares basadas en la genética, la genómica, la química y la medicina legal pueden aportar respuestas claras a preguntas tales como «¿de qué especie procede este producto pesquero?, ¿dónde se pescó este pez? ¿es silvestre o de granja?».
Al presentar el informe en el acto «Slow Fish» en Génova, Maria Damanaki, comisaria europea de Asuntos Marítimos y Pesca, ha declarado lo siguiente: «La pesca ilegal representa al parecer 10.000 millones de euros al año en todo el mundo. Se trata de una actividad delictiva que afecta negativamente a la economía mundial, perturba los ecosistemas marinos y perjudica a las comunidades pesqueras y a los consumidores. Si no se cumplen las normas en las aguas de la UE y fuera de ellas, no puede haber una pesca sostenible. Hoy se ha dado un primer paso en una nueva era, ahora toca transferir estos nuevos conocimientos científicos a la práctica cotidiana en toda Europa».
Máire Geoghegan-Quinn, comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia y primera responsable del JRC, ha declarado, por su parte: «Este informe crucial de los científicos propios de la Comisión que trabajan en el JRC indica la manera en que un uso más amplio y coordinado de tecnologías moleculares innovadoras puede contribuir a atajar el fraude en la pesca y a cerciorarse de que los consumidores reciben lo que han pagado y saben lo que comen.»
El etiquetado del pescado y los productos pesqueros con nombres de especie u orígenes geográficos falsos son dos técnicas fraudulentas extendidas en el sector pesquero. El informe describe la manera en que los métodos moleculares, tales como los basados en la tecnología del ADN, hacen posible determinar las especies incluso en productos transformados sin necesidad de peritaje especializado. Por lo tanto, las tecnologías moleculares constituyen una herramienta eficaz de cara a un control independiente y puede recurrirse a ellas en los procedimientos de comprobación, sobre todo en los llamados reconocimientos físicos de un envío, producto, contenedor o almacén.