Los conserveros artesanos del País Vasco han creado la marca de garantía Anchoa del Cantábrico del País Vasco, un sello de calidad que garantiza la procedencia de la anchoa utilizada, que será siempre de la campaña de primavera, capturado en las costas vascas y que su proceso de elaboración será realizado 100% de forma artesanal en conserveras locales.
Esta anchoa, de la especie Engraulis Encrasicholus, es capturada en el Cantábrico con artes tradicionales selectivas y está elaborada y realizada íntegramente en las poblaciones costeras por las conserveras locales.
Se trata de una iniciativa de cinco empresas con sede en Ondarroa, Markina, Berriatua, Mutriku y Zumaia, que ya en 2008 lanzaron una etiqueta similar para avalar la calidad del bonito pescado en aguas del Cantábrico. Esta operación está abierta a la incorporación de otras conserveras del País Vasco que cumplan estos requisitos, y cuenta con el apoyo del Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno Vasco.
Su principal objetivo es defender “la autenticidad de las conservas en un mercado invadido por productos que se han elaborado parcial o totalmente en terceros países o con anchoas de orígenes distintos del Cantábrico y que muchas veces se encuentran con un etiquetado no suficientemente claro y que se presta al engaño”, aseguran fuentes de las conserveras.
Con esta operación se pretende garantizar al consumidor la calidad y el origen del producto que adquiere y promover en el mercado un producto que es base importante de la actividad económica de los pueblos de la costa y genera valor añadido a la pesca de la flota del Cantábrico.