“La reducción de los obstáculos al comercio, la revisión de las normas comerciales y los recortes de las subvenciones agrícolas son elementos fundamentales de un conjunto de resultados de la Ronda de Doha que resultan esenciales para las naciones más pobres del mundo”, dijo ayer el director general Pascal Lamy ante la Conferencia de la ONU en Estambul.
Según el director general, “en septiembre pasado nos reunimos en Nueva York para hacer balance de la aplicación de los objetivos del Milenio. Esta Conferencia de Estambul, dedicada a los países menos adelantados, es parte integrante de ese proceso. A fin de cuentas, la comunidad internacional debe centrar prioritariamente su acción en los países más vulnerables, más desprovistos y más desfavorecidos para apoyar sus políticas de desarrollo”.
¿Cómo ha progresado en los 10 últimos años la contribución del comercio internacional al desarrollo de los países menos adelantados? Entre los desafíos que aún persisten, ¿en cuáles debemos centrarnos en el futuro? En lo que hace a la contribución de los intercambios internacionales a los resultados obtenidos por los PMA, los progresos realizados están a la vista: su tasa media de crecimiento del 7% en los 10 últimos años es superior a la media mundial y dos terceras partes de ese crecimiento corresponden al comercio. Al mismo tiempo, el comercio de los PMA ha aumentado dos veces más rápido que los intercambios mundiales.
Hoy en día los PMA representan una quinta parte de los Miembros de la OMC y reciben casi la mitad de nuestra asistencia técnica. La asistencia oficial para el desarrollo destinada a fomentar la capacidad comercial de los PMA también ha progresado, de 5.000 millones de dólares a principios de los años 2000 a 12.000 millones en 2009.
Empecemos con el acceso a los mercados. El acceso en franquicia y libre de restricciones cuantitativas para las exportaciones de los PMA, a pesar de que ha mejorado, sigue sin estar garantizado en la OMC.
Actualmente, esta decisión está bloqueada, al igual que el resto de las negociaciones de la Ronda de Doha, esencialmente por las divergencias entre países desarrollados y países emergentes sobre otras cuestiones. Lo mismo se aplica a la simplificación de las normas de origen, cuya complejidad sigue obstaculizando las exportaciones de los PMA.
En cuanto a la reglamentación de los intercambios, hay otras decisiones de capital importancia para los PMA que también están bloqueadas por las mismas razones, por ejemplo, la reducción o eliminación de las subvenciones que dificultan la producción agrícola de los PMA, como sucede en el caso emblemático del algodón.
“Es esencial a la vez que urgente desbloquear estas decisiones en favor de los PMA y deseo sinceramente que esta Conferencia transmita a los negociadores un mensaje claro sobre este punto concreto”, concluyó su intervención inaugural Pascal Lamy.