La empresa Carcesa, propietaria de las marcas Apis y Fruco perteneciente al grupo Nueva Rumasa, inicia de nuevo la actividad en sus tres fábricas gracias a la disposición de 7,5 millones de euros en materia prima que estaba dada en garantía de una deuda valorada en 12 millones de euros.
Las fábricas ubicadas en Mérida, Don Benito (Cáceres) y Montijo hacían de este grupo “el único faro y motor de la agro industria extremeña” durante años, aseguran fuentes de la empresa.
La voluntad de Nueva Rumasa es “seguir trabajando para en el corto plazo recuperar la actividad normal de Carcesa”, explica el grupo quien además asegura de que “la viabilidad de Carcesa está totalmente garantizada al ser, una marca con un gran prestigio a nivel nacional y un mercado abierto de gran demanda”.