Tras más de 30 años de espera, Salamanca logra el amparo de una denominación de origen protegida para sus vinos. El empuje de la asociación de viticultores y elaboradores de la comarca ha logrado cumplir -desde el 2007 hasta esta semana- escrupulosamente todos los pasos y controles para refrendar el reconocimiento obtenido en junio de 2010.
Así, la recién creada Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Calidad Sierra de Salamanca, rescata la viticultura en Sierra de Francia y asegura el vino de calidad para el futuro.
Los vinos de cinco bodegas (Viñedos del Cámbrico, de Villanueva del Conde; Bodegas Valdeáguila, de Garcibuey; Bodegas Antonio Aparicio, de Sotoserrano; Bodegas y Viñedos Rochal, de Santibáñez de la Sierra, y la Cooperativa San Esteban, situada en San Esteban de la Sierra) ya están dentro de esta denominación y pueden medirse sin complejos con cualquier bodega de Europa, pues la misma normativa y criterio de calidad las ampara.
La variedad de uva autóctona rufete, así como el calabrés y aragonés (garnacha tinta y tempranillo) ya están protegidas y amparadas, lo mismo que las uvas blancas viura, moscatel de grano menudo y palomino. Tras ser vinificadas, todas ellas contarán con un sello que defiende su personalidad en el arco ampelográfico de Castilla y León. Los vinos de las bodegas elaboradoras y embotelladoras pronto saldrán al mercado con el aval de la DOP VC Sierra de Salamanca estampado en la contraetiqueta.