Los consumidores europeos consideran que España es uno de los países peor valorados de la Unión Europea en el índice sobre protección de los consumidores publicado por la Comisión Europea, sólo por delante de Bulgaria, Rumanía, Grecia, Lituania, República Checa y Eslovaquia.
España se sitúa con 53 puntos, pese a que la situación de los consumidores ha mejorado cinco puntos en el último año tras la fuerte caída experimentada en 2009. Los países con las mejores condiciones son el Reino Unido (74 puntos), Irlanda (72) y Luxemburgo (70), que superan la media de la UE, que está en 61 puntos.
España sigue además por debajo de la media comunitaria tanto en comercio electrónico nacional (20% frente al 36% de promedio en la UE) como en el transfronterizo (7% frente a 9%). En todo caso, el Ejecutivo comunitario considera que el comercio electrónico transfronterizo sigue creciendo lentamente, a pesar de las claras ventajas que aporta en términos de ahorro y variedad de la oferta. Por ello reclama un mayor esfuerzo para cumplir el objetivo de llegar al 20% en 2015.
El 50% de las empresas españolas venden a través de Internet, un porcentaje que está también por debajo de la media comunitaria (53%).
El índice sobre protección de los consumidores tiene en cuenta la eficacia en la resolución de litigios y el tratamiento de las denuncias, la confianza de los consumidores en las autoridades, los minoristas, los publicistas y las organizaciones de consumidores, así como la calidad de las normas.