El grupo Nueva Rumasa ha confirmado la presentación de concurso voluntario de acreedores de Clesa y Cacolat ante los Juzgados competentes para ello. Por la mañana, Carcesa, propietaria de Apis y Fruco, también lo ha hecho en el juzgado número uno de lo mercantil de Badajoz, según un comunicado de la compañía propiedad de la familia Ruiz Mateos.
Antes de la presentación de los concursos de Clesa y Cacaolat y teniendo como interés fundamental la protección de los derechos de los trabajadores se han alcanzado acuerdos con los representantes sindicales de los mismos. Dichos acuerdos, consisten en la aprobación de tres Expedientes de Regulación Temporal de Empleo que afectarán a gran parte de la plantilla de Clesa, que durante un período de seis meses verá reducida su jornada laboral.
Estas acciones se toman «en beneficio de los trabajadores y forman parte de las medidas adoptadas dentro del plan de viabilidad de la compañía», ya que Nueva Rumasa considera que tanto Clesa como Cacaolat son empresas que «tienen futuro y posibilidades de salir de esta complicada situación coyuntural». Ambas, tienen marcas altamente valoradas en el mercado y activos suficientes para afrontar la situación.
Nueva Rumasa toma esta medida por tercera vez -después de hacerlo con la empresa Dhul y con Carcesa- con el “objetivo fundamental de proteger los intereses de sus empleados, inversores y acreedores y garantizar la viabilidad futura de la compañía”, aseguran fuentes de la empresa familiar.
El grupo además reitera su deseo de que la nueva situación concursal “nos permita reanudar el proceso productivo y con ello poder hacer frente a los pedidos comprometidos. Así como lograr un acuerdo con los acreedores de la compañía para superar esta situación concursal lo antes posible”.