La Familia Muga imprime su carácter y personalidad en la creación del Muga Blanco y del Muga Rosado, dos vinos que satisfacen la creciente demanda, tanto nacional como extranjera, de esta tipología de vinos.
Por su carácter fresco y ligero, ambos combinan a la perfección con las recetas propias de la primavera y el verano.
Robert Parker, el crítico vinícola más influyente del mundo del vino, ya destacó a Muga Rosado como su rosado preferido para la época estival, en la red social Twitter.
Sin abandonar los costosos métodos artesanales y sus requerimientos de calidad, la Familia Muga ha sabido introducir, en el proceso de elaboración de estos dos vinos, las innovaciones necesarias sin perder la personalidad propia de la bodega.
Muga Blanco fermentado en barrica 2010. Tras aproximadamente 8 horas de maceración en prensa, este vino blanco fermenta en barricas nuevas de roble francés. Finalizada la fermentación permanece con sus lías durante 3 meses antes de ser embotellado.
Fruta con un matiz almibarado, poco frecuente en este blanco, presente tanto en nariz como en boca, donde queda apuntalada por una acidez málica que compensa y equilibra el impacto de la estancia sobre lías finas.
Muga Rosado 2010.Tras aproximadamente 8 horas de maceración en prensa, este vino blanco fermenta en barricas nuevas de roble francés. Finalizada la fermentación permanece con sus lías durante 3 meses antes de ser embotellado. Color salmón pálido con ligeras notas cobrizas en el bulbo.
Curiosa añada, aromáticamente hablando, en la que en la que apenas se distinguen las típicas frutas ácidas (manzanas, cítricos) que tanto marcan este vino en otras cosechas. Auténtico repertorio frutal donde quizás destaque la pera, el melocotón y la fruta de la pasión. La impresión es comparable al impacto olfativo que nos impresiona al llegar a un mercado frutas: todo se huele, todo agrada, pero no hay un aroma claramente reconocible.